Casi un mes después del inicio de la Campaña de la Renta, todavía un buen porcentaje de españoles tiene pendiente cumplir con sus obligaciones fiscales. El plazo para saldar nuestras cuentas de con Hacienda se extiende hasta el 30 de junio. Tiempo de sobra, siempre que no pretendas apurar hasta el último momento. De hecho, si quieres estar seguro de que la Declaración es justa contigo y contempla todo aquello que tienes derecho a deducirte, no te valdrán 10 minutos: tendrás que dedicarle tiempo.

El borrador de la Renta no es una declaración objetiva y certera. Son simplemente las cuentas que Hace hacienda de tu año fiscal en función de los datos que tiene. Por eso, es posible que necesites añadir a propósito, porque te correspondan, varios elementos que Hacienda desconozca e inclinen la cuenta a tu favor. Siempre debemos revisarlo y comprobar que lo que dice es verídico, ya que podemos ahorrarnos mucho dinero e incluso que nos devuelvan una parte si nos corresponde.

Si hay fallos en la Declaración, eres tú el responsable

Si eres de quienes prefieren ceder esta tarea a algún profesional en el terreno económico, recuerda que esa persona no conoce todas las circunstancias que suceden en tu vida, ni todo lo que ha cambiado para ti en el último año. Por eso, es común encontrarnos con quejas a gestores por no haber incluido a tiempo elementos que desgravan y que podrían haber beneficiado a la persona que pagó por esta gestión. Evidentemente, por 50 euros nadie se va a recorrer 1.900 casillas del borrador en busca de la última exención que podrías haber contabilizado.

En todo caso, recuerda que si la declaración no es correcta, la multa va a caer sobre ti, como responsable de que los datos estén bien.

Recorre todas las páginas del borrador

Uno de los principales miedos de los contribuyentes que delegan esta tarea tiene que ver con no saber dónde mirar; con no querer enfrentarse a un montón de casillas cuyo significado desconoce.

Si es la primera vez que te atreves a meter mano al borrador, lo más rentable es mirar casilla a casilla cuáles de las circunstancias que se contemplan encajan contigo. Sí: Aunque parezca una recomendación extrema, es en realidad la más directa y menos arriesgada.

Por suerte, a día de hoy no es necesario rellenar cada elemento de la Declaración como antiguamente, porque una mayoría de los registros básicos vienen incluidos automáticamente.

Comprobaciones básicas en la Renta:

Una vez recorridos los cientos de casillas del borrador, si todavía perduran las dudas, existe una serie de revisiones que podríamos considerar obligatorias. Pueden ser determinantes en el resultado de la Declaración, a pagar o a devolver.

Domicilio fiscal

Cada comunidad tiene sus propias ventajas fiscales. El lugar donde residas puede ser clave también en la obtención o no de ayudas concretas, como hacer obras en casa, comprarte un coche eléctrico, pedir préstamos con fines educativos, incentivar el deporte, haber sufrido un gran incremento de la hipoteca y un largo etcétera.

Situación familiar

Deberás comunicar a Hacienda si ha sido padre o madre en el último año fiscal para beneficiarte de las correspondientes ayudas. Del mismo modo, la relación con el otro progenitor y el reparto de cargas económicas serán clave para recibir mayor o menos apoyo.

Cada uno de estos aspectos tendrá además una segunda lectura en las páginas dedicadas a las deducciones autonómicas, puesto que también existen ayudas regionales a la crianza y sus gastos adicionales.

Vivienda habitual

Si vives de alquiler, este puede ser de las deducciones más interesantes que puedes obtener, tanto a nivel estatal como de tu comunidad.

En el otro lado, quienes alquilan su propiedad para vivienda habitual de otras personas, tendrán que pagar por los beneficios obtenidos, pero a cambio también podrán deducirse los gastos asociados: comunidad, IBI e incluso una reducción general que convertiría este alquiler en una actividad más rentable.

Gastos deducibles para autónomos

Aunque Hacienda sabe cuáles son sus ingresos y los impuestos que debe pagar, todos aquellos gastos propios de su actividad que son deducibles pueden marcar una diferencia interesante en el saldo final de la Declaración. Desde los gastos de electricidad, internet o el alquiler, hasta el transporte y la compra de material necesario para el desempeño del trabajo.

Cada contribuyente tiene responsabilidades fiscales diferentes, por su actividad y sus características, y sería imposible diseñar una recomendación adecuada a todos. El resumen es que una revisión detenida de cada elemento del borrador puede ser clave para que las cuentas con la Administración pública sean justas y… a devolver.