Para dar inicio a la novena de Navidad, la diócesis de Ibarra convocó a grupos corales de diversos pueblos, etnias y edades, para que con cánticos celebren la llegada del hijo de Dios a la tierra. El obispo Valter Maggi dijo que las culturas y los pueblos celebran también esta fe cristiana.

Alberto Remache dirige el grupo Vida Nueva de la comunidad de Peguche, en el cantón Otavalo. Contó que la tradición de cantar en quichua viene de sus padres y abuelos para alabar a Dios.

“Nos sentimos orgullosos de traducir los villancicos de español a quichua y tratamos de hacer nuevos temas. Es una alegría cantar a Dios”, expresó Remache.

Este coro indígena tiene doce integrantes, quienes en diciembre regresan de otros países, donde comercializan sus artesanías, para reunirse con sus seres queridos y alabar a Dios. Utilizan instrumentos como el rondador, guitarra, violín, bajo, batería, quena, bandolín y pandereta para entonar villancicos con ritmos andinos.

El grupo Coral Afro es de afrodescendientes del Valle del Chota. Cantan villancicos y arrullos al ritmo de bomba y marimba. Así dijo Darwin Santacruz, sacerdote de la parroquia La Carolina. Sus instrumentos son el tambor bomba, las maracas, guitarra y bombo, que les permite manifestar la alegría de su pueblo. (F)