Nacen, luego de un siglo, tortugas en isla de Galápagos
“Eso también es un valor en una especie muy importante que ha recuperado su población al no tener la rata introducida, que consumía culebras, aves, lagartijas, tortugas y cualquier especie que había en Pinzón”, señala.
Se cree que las ratas llegaron a Galápagos con los primeros navegantes (piratas, balleneros) en 1800 y ahora el mayor reto en Pinzón es evitar una reintroducción pues podrían llegar en algún barco desde donde se lancen los roedores que son “buenosnadadores”, alerta Rueda.
En 1965, el PNG inició su programa de crianza y cautiverio con las únicas veinte tortugas que habían en Pinzón y desde entonces repatriaron 837 quelonios a la edad de cinco años, cuando las ratas ya no los podían comer.
“Ahora, ya no estamos repatriando tortugas a Pinzón desde el año 2014, porque ya están naciendo en estado natural”, expone al asegurar que ahora ya hay nidos de tortugas y como el galápago bebé es alimento del gavilán, la población se va a equilibrar sola.
También de gavilanes han detectado varios nidos y han encontrado dos polluelos, indica al calcular que la isla podría soporta unas cuarenta aves de ese tipo.
Antes -especula- pudo haber una población más grande de gavilanes porque había muchas ratas, que era su principal fuente de alimento, mientras que ahora su único recurso son las palomas, lagartijas y tortugas.
Y es que en la cadena alimenticia natural de Pinzón, no figuraba la rata, por lo que al sacarla, Rueda afirma que el ecosistema debe volver a su equilibrio total, algo que -cree- ocurrirá en unos veinte años.