El jefe de la policía de la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, murió este domingo cuando su vehículo fue atacado con una bomba.

Ahmed Saddag viajaba en un convoy cerca de la capital provincial, Ramadi.

La provincia ha sido escenario de una ofensiva por parte del grupo Estado Islámico (EI), que está intentando avanzar sobre partes de Irak y Siria.

El viernes funcionarios de Anbar habían solicitado una intervención urgente en la zona, por el asedio de las fuerzas de EI.

Durante las últimas tres semanas, los combatientes extremistas capturaron dos bases del Ejército, mientras continuaba la lucha por el control de Ramadi.

Los ataques aéreos de la coalición liderada por Estados Unidos han evitado que EI controle la estratégica represa de Haditha, pero no han conseguido frenar a los yihadistas.

Si Anbar cayera, EI podría controlar una franja de territorio que va desde la frontera con Turquía a las afueras de Bagdad.

En otro episodio, 22 soldados murieron y decenas de personas resultaron heridas este domingo en un triple ataque con carros bomba contra una instalación kurda en la provincia Qara Tapah, al noreste de Bagdad.