Mi PC no enciende 16 consejos para solucionar problemas si tu ordenador no funciona bien
Vamos a explicarte qué puedes hacer si tu ordenador no enciende, dándote soluciones a los errores más comunes a los que se puede deber este error. De esta manera, si estás teniendo algún problema con tu ordenador tendrás una pequeña guía con los principales consejos para solucionarlo. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
En total, te comentaremos 16 consejos que puedes usar, y los vamos a dividir en tres grupos. Primero te diremos qué puedes hacer si el ordenador no enciende directamente cuando pulsas el botón de encendido, o si lo que no se inicia es el sistema operativo. Y por último, también te daremos consejos sobre qué pasa si el PC se enciende pero no funciona bien.
Y como siempre decimos en elyex Basics, si consideras que nos hemos dejado fuera algún consejo importante, te invitamos a compartirlo con todos en el apartado de comentarios. Así, todos nuestros lectores podrán beneficiarse del conocimiento de nuestros xatakeros.
Si el ordenador no enciende
Vamos a empezar con una serie de consejos que puedes hacer en los casos en los que pulses el botón de encendido y no pase nada. Son comprobaciones para cuando nada parece pasar, y cuando da la impresión de que simplemente no le llega electricidad al ordenador.
Revisa que todo esté enchufado
Puede parecer un chiste empezar recomendándote mirar si tienes enchufado el ordenador, pero no te creerías la cantidad de veces que puede pasar. Sobre todo cuando vienes de vacaciones o de algún viaje y habías dejado apagada alguna regleta a la que tengas conectado el equipo, y luego simplemente no te acuerdes de conectarla de nuevo.
Por eso, si pulsas el botón de encendido y no pasa nada, lo primero que tienes que hacer es comprobar que esté todo enchufado. También mira que la regleta esté conectada, y que no la hayas desconectado cuando dejaste de usar el ordenador y ahora esté todavía sin conectar.
Mira el interruptor de la fuente de alimentación
En los PCs, sobre todo en los que son ordenadores de tipo torre, en la parte trasera de la caja suele haber un interruptor en la fuente de alimentación. Este interruptor evita que la energía pase, y que el ordenador se encienda.
Relacionado con el punto anterior, tampoco está mal comprobar que ni tu ni otra persona lo ha apagado y no lo ha vuelto a encender. Mira que el interruptor de la fuente de alimentación esté en modo de encendido, y que el cable esté bien conectado y no se haya aflojado.
Mira la batería del portátil
En el caso de que estés utilizando un ordenador portátil, también debes comprobar que no se haya quedado sin batería. Lo mejor para esto es conectarlo directamente a la corriente y volver a intentar encenderlo. Si ahora se enciende, deja un tiempo para ver si la batería se carga, porque si no lo hace puede que haya un problema en ella.
Si aun así no enciende…
Si todo está conectado y sigue sin encenderse, es posible que la fuente de alimentación esté dañada. Esta es la peor de las noticias, pero una subida de tensión puede provocarlo. En estos casos tendrás que cambiar la fuente de alimentación y comprobar que ningún otro elemento se haya dañado.
Es un poco más raro, pero puede haber otros problemas como que el botón de encendido ha dejado de funcionar por una mala conexión. Puedes probar con pulsar de distintas maneras en el caso de que notes que su tacto es extraño o que está flojo.
Si el ordenador intenta arrancar pero no se inicia
Vamos ahora con el supuesto de que el ordenador se encienda, pero que no termine de arrancar bien y que el sistema operativo no consiga cargar. En estos casos, también puede deberse a varias cosas diferentes, y hay varias comprobaciones que puedes hacer.
Mira si hay unidades de memoria conectadas
A veces, puede que Windows esté intentando iniciar el sistema operativo desde un disco duro o unidad de memoria que no es el correspondiente. Quizá es porque el UEFI o BIOS están configurados para mirar primero un USB o un disco duro externo, y eso puede hacer que el ordenador se encienda pero no arranque Windows y se quede la pantalla en negro.
En estos casos, lo que puedes hacer es extraer todas las memorias externas que haya conectadas, tanto unidades USB como tarjetas microSD o discos duros conectados por USB. Y si tienes lector de discos, también saca el DVD o Bluray que haya dentro. Una vez lo hagas, vuelve a encender.
Puede ser un problema del sistema operativo
Aunque Windows y el resto de sistemas operativos están preparados para funcionar correctamente y reparar pequeños errores internos cuando se reinicia el ordenador, siempre puede ser que algo vaya mal internamente y que algún componente del software no esté funcionando bien.
Para comprobar esto, lo mejor es iniciar el ordenador en el modo a prueba de fallos para ver si así arranca. De funcionar bien, puede deberse a algún driver mal actualizado o a que hay algo que se ha estropeado en el proceso de arranque.
En el caso de emergencia, sería bueno tener preparado un USB para instalar Windows. Si no lo tienes hecho ya, deberás hacerlo en otro ordenador. Con este USB podrás reinstalar Windows por encima del tuyo. Y no te preocupes, porque vas a poder hacerlo manteniendo todos los archivos y sin perder nada, de forma que simplemente se repare cualquier cosa que haya dejado de funcionar a nivel de sistema operativo.
Mira que todos los componentes estén bien conectados
Antes de ponernos a cacharrear con los componentes internos del ordenador, puedes simplemente abrir la torre o el portátil y comprobar que todos los componentes estén conectados correctamente. Quién sabe, a lo mejor el fallo se debe a que algún cable se ha aflojado o desconectado por algún golpe o movimiento brusco del ordenador.
Y en relación con uno de los puntos tocados al principio, si todo parece funcionar pero no ves nada en la pantalla, comprueba que el monitor esté bien conectado, tanto a la corriente como a la torre.
Una comprobación a la BIOS o UEFI
Otra pequeña posibilidad es que simplemente haya un conflicto en la UEFI del ordenador, la versión moderna de la BIOS. En estos casos, tendrás que entrar a la UEFI pulsando el botón correspondiente cuando se está iniciando el ordenador (suele ser suprimir o F9), y una vez lo haya buscar en el apartado Save & Exit una opción para restaurar la configuración por defecto.
Aquí, puede que un día hayas decidido toquetear la UEFI del ordenador para alguna cosa sencilla como cambiar el orden de unidades de almacenamiento que usa el ordenador para buscar el sistema operativo, pero que hayas tocado algo que no debas y se haya desconfigurado. En estos casos, siempre podrás volver al estado por defecto.
Comprueba la memoria RAM
También puede deberse a un problema en la memoria RAM, ya sea porque uno de los módulos se ha dañado o porque haya un problema de compatibilidad entre la RAM y el procesador. En el caso de que esto pase después de haber cambiado la memoria RAM, prueba volver a los módulos anteriores, y si el problema desaparece es porque hay algo mal en los nuevos.
También puede que uno de los módulos de la memoria RAM se haya dañado por alguna cosa. Para comprobar esto, en el caso de tener más de un módulo puedes quitar uno de ellos y encender, quitar el otro y volver a poner el anterior y encender, y así hasta que encuentres cuál de ellos está dando problemas.
En ambos casos, la solución sería cambiar la memoria RAM, sustituyendo el módulo que tienes por otro. Si es uno que acabas de comprar prueba a devolverlo, pero si es uno que se ha dañado, tendrás que comprar otro.
Otra de las cosas que puedes hacer es comprobar el estado de la memoria RAM desde el propio Windows lanzando el programa mdsched.exe para realizar un diagnóstico de la memoria. También puedes recurrir a aplicaciones de terceros como MemTest.
Comprueba también el procesador
Si lo que has cambiado recientemente es el procesador del ordenador, también puede deberse a que hay un problema de compatibilidad con alguno de los demás componentes. Por lo tanto, también tocará volver al anterior para ver si con él todo funciona, y comprobar así que esta es la causa.
Y si no has cambiado de procesador, también puede deberse a otras cosas. Por ejemplo, si el PC es muy viejo puede que la pasta térmica ya no funcione bien y el ordenador se apague para evitar sobrecalentamientos. En este caso tendrás que cambiar la pasta térmica, aunque es un proceso para el que hace falta tener ciertos conocimientos.
Repara el inicio de Windows
Windows tiene una función para solucionar problemas cuando no se inicia, y entre las opciones está la de analizar y reparar automáticamente el inicio. Para hacer esto, tienes que entrar en las funciones de inicio de Windows, y para hacerlo tienes que pulsar en el botón de apagado, y luego pulsar la opción Reiniciar mientras mantienes pulsada la tecla Mayúsculas del teclado.
Una vez en el inicio avanzado, pulsa en Solucionar problemas, y luego en Opciones avanzadas. Aquí dentro, pulsa en la opción de Reparación de inicio. Windows buscará problemas en la secuencia de inicio del sistema operativo, y lo reparará para asegurarse de que funciona correctamente.
El PC se enciende, pero algo no funciona bien
Y vamos al último caso, que es que tu ordenador sí se enciende y carga el sistema operativo, pero que hay algo que no parece funcionar bien o como corresponde. En estos casos, también puede deberse a varias cosas diferentes, y vamos a decirte las principales causas.
Windows se inicia demasiado lento
Cuando enciendes el ordenador pero parece que todo funciona demasiado lento, sobre todo al iniciarse el sistema operativo, debes revisar qué aplicaciones se inician junto al sistema operativo, y evitar que se inicien las specialmente pesadas que no necesites.
Para esto, tienes que ir al administrador de tareas del sistema operativo, y revisar la lista de aplicaciones que cargan junto al sistema. Windows te dirá el estado de cada una de ellas y el impacto que tienen en el inicio del sistema. Mira las que más impacto tengan, y decide cuáles de ellas son prescindibles o no necesitas que se carguen automáticamente.
Algún accesorio o periférico no funciona bien
También puede pasar que Windows parezca que arranca correctamente, pero que haya algún periférico o componente de tu ordenador el que parece no funcionar correctamente. En estos casos, es recomendable actualizar los drivers del ordenador. Por lo general Windows lo va a hacer por si mismo, pero puedes actualizar drivers desde Windows Update.
Para hacer esto, entra en la configuración de Windows y entra en el apartado de Windows Update. Aquí, dale a Opciones avanzadas, y pulsa en la opción Actualizaciones opcionales. Aquí dentro encontrarás las actualizaciones de drivers, y las podrás descargar e instalar directamente sin tener que instalar aplicaciones de gestión de drivers.
Revierte actualizaciones si dan problemas
Hay veces en las que una actualización de Windows puede dar problemas, ya sea una grande o una menor. Para esos casos, el sistema operativo de Microsoft tiene una opción para desinstalar las últimas actualizaciones para intentar solucionar este problema, y luego ya volver a instalar después.
Para hacer esto, tienes que entrar en la configuración de Windows, y entrar en la sección de Windows Update. Una vez dentro, pulsa en el apartado de Historial de actualizaciones para poder identificar la última que has instalado, que podría ser la que te de problemas.
Luego, baja y pulsa en la opción de Desinstalar actualizaciones que te aparece, y verás una lista con las últimas que has realizado. Aquí, podrás desinstalar las actualizaciones que quieras de la lista, y ver si al reiniciar Windows todo funciona un poco mejor.
Reinstala tu sistema operativo manteniendo archivos
Si Windows parece dar muchos problemas y no sabes bien de dónde vienen ni como repararlos, otra solución rápida es hacer una actualización en contexto, que es como reinstalar Windows pero manteniendo el sistema operativo. En el caso de Windows, lo que tienes ve a la configuración, a Windows Update, a Opciones avanzadas y pulsa en Recuperación.
En las opciones de recuperación tienes que pulsar en el botón de Restablecer el equipo. Cuando lo hagas, en el proceso que se abre elige la opción de Mantener mis archivos, y Windows se reinstalará manteniéndolo todo en su sitio. Así, se reinstalará a nivel de software solucionando pequeños problemas, pero no perderás nada.
Haz un formateo total del sistema
Y la última opción es la de hacer un restablecimiento total, el equivalente a formatear Windows o el sistema operativo que uses. Para esto ve a las opciones de restablecer el equipo, pero durante el proceso elige no mantener tus archivos. De esta manera, se borrará todo y el ordenador quedará como recién comprado. Si con esto no es suficiente, puedes ir a la opción más avanzada de formatear el disco duro y volver a instalar Windows desde cero.