Mexicanos Chingones presenta: Javier Camarena
#MexicanosChingones, es una nueva sección de Sopitas.com pensada para reconocer el ingenio de esos compatriotas que con mucho empeño han logrado poco a poco, convertirse en un ejemplo y fuente de inspiración para todas aquellas personas que aún no se han atrevido a cumplir, lo que sólo se logra con dos palabras, trabajo y disciplina.
El talento mexicano es también de clase mundial y en el caso de la ópera existe un nombre que desde hace ya un par de años, ha comenzado a hacer ruido en distintos escenarios con su asombrosa voz.
Si dudan de lo que les estamos diciendo, sólo den clic al siguiente video, para que vayan poniéndose al tanto de lo que a continuación les hablaremos:
La casa de doña Gloria, ubicada en una barranca en Xalapa, capital del estado de Veracruz, es una de las locaciones que más se vinculan en el recuerdo al quehacer musical del tenor Javier Camarena.
“Siempre me gusto el eco, mi voz de alguna manera mágica resonaba y volvía a mí en ese divertido fenómeno acústico.”
A la corta edad de 5 años, doña Gloria lo reprendía por aturdirla con sus chiflidos, chiflidos que no eran otra cosa más que la propia voz de Camarena soltando los primeros alaridos de los que sería una esplendorosa carrera en el futuro.
La Xalapa de finales de los 60, es el lugar donde la historia comenzó, los abuelos del tenor y un par de vecinos fueron de los primeros en llegar a escuchar su voz, en la privada 13 de septiembre de la colonia Electricistas.
Javier Camarena atribuye su amor por el canto a la dieta que su madre tuvo durante su embarazo:
“Quizás mamá comía corcheas con cereal o melodías con la ensalada, pero mis oídos siempre fueron seducidos por la música, los ritmos y cualquier cosa que hiciera nacer sonidos.”
Sus primeras influencias musicales como las de cualquier niño con una infancia “normal” sin padres músicos, fueron sus acetatos de 33 rpm, con música de “Cepillín”, “Rondas infantiles” y sin lugar a dudas “Parchis” y “Cri-Cri”.
Aquella vista en la que predominaba el verde de los árboles cambió. Con el paso del tiempo se convirtió en un colorido conjunto de fachadas, avenidas, letreros luminosos, pero el niño gritón que era Camarena permaneció intacto, tal vez ya no gritando a la barranca, pero ahora gritando en esplendorosos palacios.
Antes de que la voz de Javier Camarena resonará en las entrañas de los más importantes teatros de ópera, inició sus estudios en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana, para después graduarse con honores de la Licenciatura en Música de la Universidad de Guanajuato.
En 2004 después de ganar el Concurso Nacional de Canto Morelli, hizo su debut en Bellas Artes como Tonio en «La hija del regimiento». Sólo un año después, en 2005, ya estaba dando a conocer su voz en Barcelona al convertirse en ganador del Concurso de Canto Juan Oncinas. En 2006 le llegó la oportunidad de integrarse al International Opernstudio en Zurich, bajo la tutela del Mtro. Francisco Araiza, y un año después en 2007 hizo su debut por esos lugares.
El corazón de las personas que lo escuchan es donde nace ahora un nuevo eco -ese que tanto le ha gustado desde pequeño-, y vuelve a él en forma de enérgicos aplausos llenos de cariño. La crítica especializada en casas importantes en el rubro, como la Staatsoper de Viena, Bayerische Staatsoper de Munich, Semperoper de Dresden, la Ópera de Paris, el Festival de Salzburgo, el Teatro Real de Madrid, el Wigmore Hall de Londres; y en Estados Unidos, la San Francisco Opera y la Metropolitan Opera de Nueva York, han ovacionado sus interpretaciones que incluyen obras de Haydn, Mozart, Bellini y de grandes compositores de ópera como Bizet, Donizetti, Rossini y Verdi.
Pero como Javier Camarena es una persona persistente y “normal”, le quedan aún muchos sueños por cumplir, le gustaría por ejemplo, compartir el escenario con la soprano ruso-austriaca Anna Netrebko; y si pudiera revivir a uno de sus cantantes favoritos, elegiría al tenor alemán Fritz Wunderlich.
Entre sus óperas favoritas figuran «I puritani», «Il barbiere di Siviglia», «Rigoletto», «Turandot», «Le nozze di Figaro», «Les pecheurs de perles”, «Tristan und Isolde» y «Otello». Aunque como todos, también tiene otros gustos musicales donde entran, Maroon 5, Norah Jones, Elis Regina y mucha salsa guapachosa.
Al momento de prepararse para una presentación a Javier Camarena le gusta escuchar lo que va a cantar en alguna grabación, no para simplemente oírla, sino para lograr enamorarse de la pieza, ya que esto, según afirma el tenor, le permite emocionarse por lo que él podría aportarle a la obra. Y como todo buen maniático, sólo se permite escucharla una vez.
“Cuando es una ópera, es como si leyera un libro, quiero saber qué pasa de principio a fin. Cuando es una canción, la recito. Me siento al piano y le doy una primera vista muy rápida a lo que tengo que cantar. Después, lo primero que estudio son los recitativos*, porque me encantan. Los leo, los recito y luego canto. Estudio las arias*, las partes fáciles primero, estudio los ensambles, estudio las partes difíciles, a veces -como en Rossini- nota por nota, compás por compás. Finalmente voy con un pianista, y por fin, practico a plena voz.»
¡Ayyy caray! ¿A poco creían que eso de pararse en el escenario a cantar ópera era cualquier cosa?. Por cierto, si les quedó duda sobre lo que es un aria o un recitativo, acá se los explicamos de forma rápida:
*Aria – pieza musical creada para ser cantada por una voz solista sin coro. Generalmente las óperas son una secuencia de arias.
*Recitativo – forma musical concebida para la voz humana que se caracteriza por tener inflexiones en la voz cuando esta dialoga. Separa a las arias.
Recientemente, el tenor lanzó en 2015 su segunda producción discográfica grabada en vivo -la primera fue “Recitales” en 2014- bajo el nombre “Serenata”, donde incluyó sólo música popular mexicana, con la participación en el piano del Mtro. Armando Manzanero como invitado especial en temas de su autoría como “Mía” y “Que tristeza”.
Sobre su más reciente producción Camarena comentó:
“Si bien es cierto que no se trata de un álbum de canción de arte, el maestro Ángel Rodríguez y yo nos concentramos en el arte de hacer una canción, más aún, tratándose de canciones que nos han acompañado por generaciones, que forman parte de nuestra identidad como mexicanos y que son de un gusto compartido con el resto de Iberoamérica.”
Entre los países afortunados que el tenor contemplará para su gira de galas operísticas y recitales a piano este 2015, se encuentran: Colombia, Chile, Múnich, Valencia, Suiza, Verona; y algunos lugares en México como: Coahuila, Tijuana, Guadalajara y Cuernavaca.
De momento en su página oficial aparece la siguiente leyenda: «TOUR MEXICO… DETALLES MUY PRONTO!!!!!», pero podemos adelantar que Javier Camarena se estará presentando en el Auditorio Nacional el jueves 28 de mayo de 2015. Los boletos ya están a la venta en el siguiente link.
Pueden conocer más detalles sobre él y sus giras, a través de su Facebook y Twitter, donde siempre de manera cordial procura resolver las dudas de sus seguidores.
“Me decidí a ser cantante profesional cuando me empezó a gustar el sonido de mi voz y cuando, al escucharme, creí que podría ser bueno si trabajaba con ahínco. Nunca dudé que triunfaría… En realidad nunca lo pensé. Solo sabía que estaba haciendo lo que me hacía feliz y que estaba mejorando en ello.”
Y vaya que lo logró…
Un motivo más que suficiente para convertir al tenor Javier Camarena, en el primer «Mexicano Chingón” de Sopitas.com.
¡Aplausos para el señor Camarena! y esperamos con alegría, que regresen a él a través de ese fenómeno acústico que tanto lo inspiró desde sus inicios: El eco.