Exdirector del Secob, René Tamayo, pide disculpas al país y asegura en su testimonio que no ha sido parte de este «esquema de corrupción»

Quito –

Menos de una hora duró el testimonio del exdirector del Servicio de Contratación de Obras (Secob), René Tamayo, uno de los 19 procesados por el delito de delincuencia organizada relacionada a la construcción del hospital de Pedernales, ante de acogerse a su derecho al silencio.

El procesado, quien mantiene la medida cautelar en esta causa de arresto domiciliario, pidió ante el juez de la Corte Nacional de Justicia, Marco Rodríguez, disculpas al país y a la población de Pedernales, en la provincia de Manabí, y aseguró que continuará colaborando con la justicia para que se aclare todo lo que se investiga en esta causa.

Marcelo Icaza, abogado de René Tamayo, aseguró al ingreso a la CNJ que su cliente fue utilizado por el asambleísta Eliseo Azuero, porque finalmente él le impuso la gente con quien debía trabajar. Según él, a Tamayo claramente se le anuló en el Secob y se le colocó en esa institución para los fines que buscaba el entonces asambleísta por Sucumbíos, Azuero.

«Lo que podemos observar en el proceso que los verdaderos beneficiarios de todo este dinero o el mal uso de recursos públicos son otras personas. (…) Tamayo estaba a un año de jubilarse, le entregó su carpeta a Eliseo Azuero sin conocer todo lo que iba a pasar. Azuero abusó de la confianza de René Tamayo, le puso en un cargo y ahora conocemos cuáles eran las verdaderas razones. René Tamayo es una víctima de la política y como lo dije si eso genera una responsabilidad, comparecemos ante las autoridades», explicó Icaza.

Ya en su testimonio, Tamayo recordó que estuvo buscando trabajo desde hace dos años y que le entregó su carpeta a Azuero. Poco después recibió una llamada del Secob en la que le indicaban que había sido designado para el cargo de director. Tamayo reconoció haber creído «ingenuamente» que la selección se había dado en base a su curriculum.

Respecto al caso en Pedernales, Tamayo explicó que se reunió con autoridades y la sociedad civil para designar un proceso de licitación corto, pero no habrían estado de acuerdo, pues querían un concurso con el menor número de empresas posible.

Del coprocesado Jorge Jalil, exsubsecretario técnico del Secob, Tamayo dijo que él le fue impuesto en el Secob por Eliseo Azuero y conoce que Jalil se reunió con el contratista donde se destinó una coima indebida con destinarios específicos.

Tamayo aclaró que no se ha beneficiado de un solo centavo y no ha sido parte de este esquema de corrupción.

Además, relató que en el mes de diciembre de 2019 no podía cumplir con algunos espacios de trabajo que le solicitaron, pues tenía que ver la disponibilidad de espacios y el dinero. Ahí indicó que el asambleísta Azuero le llamó para decirle que el asesor del asambleísta Mendoza le iba a entregar una maleta para él, la cual la entregó. «Al terminar el año ya no volví a recibir llamadas de Azuero», dijo.

Por otra parte, Tamayo explicó al juez en su testimonio que tuvo una llamada del asambleísta Franco Romero, integrante de la Bancada de Integración Nacional (Badi), para solicitarle un arreglo de unos centros de salud de su provincia y le habría recomendó a un ingeniero al cual lo aceptó.

El asambleísta Washington Paredes, también del Badi, le habría visitado a Tamayo en su oficina. Según él, como parte de la zona 5 del Guayas tenía a cargo Galápagos, Paredes le indicó que había un tramo de una pista atlética que había que arreglar; y el asambleísta Freddy Alarcón le pidió un espacio de trabajo para una persona que cumplía con el perfil profesional, pero no había obras pendientes que supervisar en el oriente ecuatoriano a ese momento. (I)