Me hago mi propio cable de red: así he cableado toda mi casa
Puede que alguna vez hayas tenido que pedirle a algún amigo su caja de herramientas y en ella, además de encontrarte los martillos y destornilladores habituales, te hayas encontrado una bolsa repleta de clavijas RJ45. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
En grandes superficies y tiendas online como Amazon podemos encontrar esos cables fácilmente y a la longitud que queramos, pero hay ciertas personas que prefieren contar con las partes básicas de esos cables y hacerlos ellos mismos. Hemos hablado con varias de estas personas para saber los motivos por los que lo hacen.
Si quieres hacer algo bien, hazlo tú mismo
Javier Lobo, un veterano administrador de sistemas y experto que ha preferido lanzarse a desplegar una red de cable ethernet por todos los rincones de su casa (lo que le llevó días), nos explica qué herramientas son éstas. Todo empieza naturalmente por comprar un rollo de cable de red generoso, como este de 100 metros y Cat6 para soportar anchos de banda locales de 1 Gbps. Junto con el cable, otra cosa básica son los conectores RJ45 que irán en cada extremo de los cables que hagamos. Aquí tienes un paquete de cien.
Luego necesitaremos las herramientas para pelar, cortar y crimpar los cables que hagamos a medida de nuestras necesidades, que se suelen vender en juegos y maletines completos. Y si ya quieres sacar matrícula de honor en estética y pasar los cables por los tubos de la instalación eléctrica para que no queden a la vista necesitarás un pasacables, lubricante (sí, lubricante) y unas rosetas que aporten algo de estética. Y si en alguna habitación tienes que conectar muchos dispositivos, probablemente necesitarás switches como estos.
Un pasacables suele tener este aspecto, con extremos en los que se atan las puntas de los cables y la longitud necesaria para poder hacer pasar el cable por las canaletas interiores de nuestras paredes.
En total, y dependiendo de la cantidad de cable necesario y dispositivos a conectar, ya podemos entrever que los gastos de material serán de como mínimo unos 150 euros. ¿Vale la pena hacer este desembolso cuando las redes Wi-Fi son cada vez más potentes? Para Javier la respuesta es totalmente que sí.
«A la larga, el esfuerzo compensa. Mover una película en 4K de mi servidor a mi Apple TV por cable siempre va a ser más rápido y satisfactorio. No voy a tener pausas de ‘buffering’ ni caídas de calidad. Las transferencias grandes de archivos son notablemente más rápidas y estables por cable. Además, el ‘uptime’ del cable es del 100%. Aunque se caiga internet por alguna razón, la red local sigue funcionando si no hay caída eléctrica. La WiFi puede sufrir interferencias, saturación de canales, ruido y bajones de ancho de banda»
Si un dispositivo puede conectarse mediante cable ethernet en casa de Javier, se conecta por cable. Los lugares estratégicos como el mueble de la televisión del salón o los ordenadores del despacho se conectan a base de Switches, comenta, para así repartir adecuadamente la señal.
Javier me señala el que fue su principal obstáculo a la hora de montar todo el cableado: las dificultades que pueden aparecer a la hora de usar el pasacables para colocar los cables de red por todas las canalizaciones interiores de las paredes de la casa. «Normalmente hay ‘macarrones’ libres para poder pasar los cables que tú quieras, pero a veces no es así y hay que ir a saco. Es entonces cuando pasar un cable por canaletas donde haya más cableado puede ser un infierno».
Es esa parte del trabajo con la que Javier ha tenido más problemas y errores. Insiste en que utilicemos lubricante especial para tirar los cables, ya que comprobó en sus propias carnes como usar jabón lavavajillas corriente (hay quien recurre a él como lubricante casero) provoca que queden restos pegajosos por todo el cable, lo que precisamente impide que queden bien desplegados por los interiores de las paredes.
Otra lección que Javier aprendió por las malas es que no todas las casas están bien preparadas para poder desplegar cables de red. Tenemos que mentalizarnos: es posible que la guía pasacables se quede atascada a medio camino, y no podamos ni seguir metiendo cable ni sacar el que ya hemos puesto. «En esta situación, a menos que quieras hacer obras en casa, lo mejor es dejar esa guía y el trozo de cable atascados ahí dentro y buscar alternativas». Éstas pueden pasar por probar otras canaletas interiores que tengan más espacio, o simplemente pasar los cables por fuera y que queden a la vista si la estética no es demasiado problema para ti.
Cable de red para trabajar, pero también para jugar
Paco Fernández, técnico que trabaja en Barcelona, es otra persona que también decidió en su día hacer el esfuerzo de pasar cable de red por su casa:
«Depender de la Wifi para descargar contenidos o jugar no me gusta, porque pierdo bastante latencia en los juegos y me gusta tener 1 Gbps estable para enviarme por la red local cualquier cosa que quiera ver en otros dispositivos. Aproveché un momento en el que tenía que cambiar la instalación eléctrica de mi piso y me puse también a añadir cables ethernet»
En el momento de la instalación Paco utilizó cables de Categoría 5e, que de momento no tiene planeado cambiar ya que las velocidades de los planes de fibra óptica españoles no superan la velocidad de 1 Gbps. El técnico se muestra más optimista con las redes Wi-Fi del futuro, diciendo que no descarta usarlas si algún día superan el rendimiento de los cables. Javier, por otro lado, defiende que el cable ethernet siempre estará entre las paredes de su casa.
Alguien que evitó el trabajo de pasar los cables por las entrañas de las paredes de su casa es Fernando de Córdoba. Viendo que el teletrabajo va a ser algo mucho más común en lo que queda de pandemia y en la época que llegará después, decidió cablear su despacho para sortear el ancho de banda más bien pobre que le llegaba con el router Wi-Fi.
«En general la conexión es muy inestable, y he probado diferentes routers, canales de wifi y proveedores, incluso tecnologías (cable, fibra y ADSL). De vez en cuando se me cae la wifi… y para el trabajo es complicado, imagínate si te pilla en una reunión virtual o trabajando a distancia. Vivo cerca de una instalación militar así que yo creo que es por eso. O eso o tengo un fantasma ludita en casa»
Para Fernando, crimpar los cables resultó ser «un shock traumático»
La solución de Fernando ha sido pasar el cable por fuera, fijándolo con grapas justo encima del rodapié del suelo y taladrando agujeros para pasarlo de una habitación a otra. Es la primera vez que se ha atrevido a ello a partir de un rollo de cable de red, y para él el mayor desafío ha sido crimpar los cables:
«Crimpar es un infierno. Al principio, inocente de mí, pensaba «a ver, es meter un cable en un cajetín de plástico, no puede ser para tanto», y lo corté con tijeras un poco como dios me dio a entender. Un caos. Meter los ocho cablecitos tiesos y en orden es prácticamente imposible. Finalmente me compré una crimpadora, que no solo cierra bien el cajetín sino que los corta todos a la misma altura, y no sé si fue por eso o porque lo había intentado veinte veces, pero me funcionó a la primera»
A la hora de crimpar los cables, Javier también nos da un consejo que nos evitará frustraciones: no cortar el cable demasiado corto en los extremos: «hay que dejar un margen de error por si fallamos al crimpar y tenemos que cortar un poco más el cable».
En palabras de Fernando, considerará cablear la zona de su televisor en el salón «cuando se pase el shock traumático» de crimpar los cables del despacho. De su periplo nos deja varias recomendaciones a todos los que nos planteemos usar cable en nuestra casa: comprar material de sobra, siempre priorizarlo antes que la WiFi y exigir cable de red integrado en la instalación a la hora de comprar pisos de obra nueva.