Más peligroso tener un accidente con coche eléctrico

Más peligroso tener un accidente con coche eléctrico

Más peligroso tener un accidente con coche eléctrico. En relación a los coches eléctricos, constantemente estamos hablando de datos como la capacidad de batería, la autonomía e incluso la aerodinámica. Pero ¿qué hay del peso? Sabemos que las baterías de iones de litio suponen un importante peso adicional a los vehículos eléctricos, pero hay un dato aún más relevante: el peso del coche en relación con su capacidad de batería, que es lo que lo hacen engordar más de la cuenta… y suponer un peligro. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Los coches son más pesados que nunca

En los últimos años se ha hablado mucho de la tónica de los coches eléctricos y su sobrepeso, sobre todo porque la tendencia del mercado es clara: los coches son más pesados que nunca y a algunos fabricantes se les está yendo de las manos esta cuestión.

Es algo que afecta a absolutamente todos los modelos, incluso a los que tradicionalmente han sido pesos pluma… y que también se enfrentan en mayor medida (nunca mejor dicho), a los vehículos que funcionan y se complementan a partir de baterías.

Es el caso de los coches eléctricos e híbridos, tanto enchufables como los HEV convencionales. Y es ahí donde se presentan directamente con los peligros de accidente. Estamos hablando de la que es la protección de los ocupantes y del efecto que resultan a la hora de tener un impacto.

En caso de colisión, el impacto será mayor

Es más; en lo que tiene que ver con este efecto debido al sobrepeso de los mismos, las consecuencias de los incendios son más intensas porque las baterías arden demasiado bien y son incendios más difíciles de extinguir. Aunque no, no se incendian más que los vehículos de combustión.

Es lo que nos dice la aseguradora AXA, de acuerdo a sus datos de siniestralidad, que explica que los conductores de coches eléctricos tienen un 50% más de colisiones con daños propios que los que llevan motores de combustión.

El culpable es el efecto overtapping, que es sufrir una aceleración más intensa de la prevista, dado que empieza a ser habitual ver potencias de más de 200, 300 o 400 CV para conductores no habituados a gestionar tantos caballos de alta disponibilidad. El problema está más en su capacidad de aceleración que de frenado, donde estos vehículos cuentan con una caja de cambios automática de una sola velocidad, la cual se encarga de gestionar la potencia.

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Un coche muy pesado sufre una desaceleración más agresiva

Así, cuanto mayor es el peso de un vehículo, mayor es la inercia y la fuerza del impacto. Por eso un coche muy pesado sufre una desaceleración más agresiva en caso de impacto que otro más pequeño. En cualquier caso, los modelos cero emisiones son sometidos a rigurosas pruebas antes de salir al mercado. De hecho, algunas pruebas de los coches eléctricos son más exigentes que las que se realizan a los coches de combustión.

La razón de este importante incremento en tan poco tiempo radica en varios factores, como las baterías, que oscilan entre los 160 y 600 kg. Por lo general, a mayor capacidad energética y autonomía, mayor será el peso de la batería. Los modelos con baterías entre 6 y 12,5 kWh de batería rondan los 100-150 kg de peso por este componente. Aquellos con una capacidad energética de 60 a 100 kWh, se mueven entre los 380-600 kg, aproximadamente.

Además, y como algo bien a valorar, es que este aumento generalizado de tamaño se da en todas las categorías, pero también por la incorporación de numerosos sistemas de seguridad que se han ido haciendo obligatorios por ley, como el ABS, el ESP y los airbags, entre otros.