Los trece casos confirmados de COVID-19 y cuatro fallecidos con sospecha del virus causan preocupación en la parroquia Salasaca, ante lo cual el Consejo de Gobierno del Pueblo indígena reunido el martes decidió implementar el toque de queda voluntario.

El alcalde de Pelileo, Leonardo Maroto, advirtió que la falta de disciplina de la gente en Salasaca es un factor para que los contagios aumenten, ante lo cual, sostuvo, respalda el toque de queda.

Añadió que contrario a las disposiciones nacionales que prohíben velatorios para evitar las aglomeraciones, por el funeral de una persona bajo sus propias resoluciones (en Salasaca) se autorizó que se realizara un velatorio antes del entierro y eso terminó saliéndose de control, indicó.

Explicó que por esa razón con cada cabildo (dirigente) se socializa en las comunidades para que a través de los altoparlantes se prohíban las velaciones, que sean solo con familiares cercanos, para lo cual se realizarán controles advirtiendo del peligro.

Juan Sailema, vocal de la junta parroquial de Salasaca, se mostró contrario al toque de queda y dijo que primero se debe llamar a la gente que sea más indisciplinada en acatar los protocolos tales como el uso de las mascarillas.

Aseguró que el toque de queda puede ser de quince días o incluso más, pero que de nada servirá si la gente cuando sale no porta la mascarilla ni utiliza alcohol desinfectante, o continúen los velatorios y entierros con gran aglomeración de personas.

“Falta apoyo de la gente porque cuando alguien muere y se dice que no es por causa del COVID-19, las personas acompañan al cementerio”, añadió Sailema. (I)