Lo vieron ‘sembrar’ sus pasos sobre la vereda de la avenida Amazonas. “Pidió un café en un restaurante del lugar y como le indicaron que no podía fumar dentro, salió e iba de un lado a otro”, detalló Mario Carrasquel, quien regenta un negocio de La Mariscal, en el norte de Quito.

Aquella caminata era solo la antesala de un escándalo que, minutos más tarde, envolvió al extranjero del cigarrillo, en los exteriores de una cafetería, en la calle Robles. Él cruzaba la ruta y un conductor le pito con insistencia… El señor golpeó el capó del auto y su dueño llamó a la Policía”, refiere el informe de la institución .

El incidente causó alboroto en las plataformas digitales, sobre todo porque supuestamente el sujeto habría agredido a los jubilados que se juntan en la zona para compartir un café. Versión que fue negada por la Policía.

El vídeo del hecho fue difundido en redes sociales y rápidamente desató distintos comentarios. En la mayoría se destacaba una supuesta agresión contra los uniformados por parte de foráneo.

Esa teoría también fue rechazada por los agentes, para quienes el caso está relacionado con la xenofobia latente en la sociedad, por la oleada de extranjeros llegados a la capital.

“No hablaba nada de español; no era venezolano”, precisó Henry Pico, comerciante de la zona, asombrado por el odio ‘regado’ en las redes contra los ‘chamos’. Él miraba desde la esquina el incidente que conglomeró a una docena de curiosos en el lugar y que hasta la fecha ha dejado un cúmulo de opiniones.

“¿What do you want? (¿Qué es lo que quieren?)”, refería el hombre mientras era rodeado por los agentes, en cuyo informe refieren que su intención era alejarlo de la muchedumbre que lo atacaba.

En Flagrancias, el conductor del vehículo no puso la denuncia y decidió tranzar con el extranjero el monto que implicaría la reparación de su vehículo. Con la ayuda de un traductor, el turista explicó su malestar ante la falta de educación vial en la ciudad. “Todos están locos”, decía él en inglés.