Por Ricardo Armendáriz

Lo de Emelec es reiterativo. Cayó ante Deportivo Cuenca (2-1) y otra vez la defensa no pudo sostener el cero en el marcador. En la temporada, John Narváez y Gabriel Achilier (marcó un gol en contra frente a los azuayos y generó un penal que detuvo Esteban Dreer, la noche del miércoles) han cometido errores muy gruesos que los ha terminado pagando el equipo.

Sin embargo, creo que lo mejor que le pudo pasar a los eléctricos es haber perdido en el estadio Alejandro Serrano Aguilar porque el plantel no tiene frescura (acumula, hasta ahora, 55 partidos en 50 semanas del 2014 por jugar campeonato nacional, Copa Libertadores y Sudamericana). En Emelec se cometen errores en definición y le hacen goles fáciles porque los jugadores no están frescos físicamente.

Ahora le dará descanso a sus titulares ante Olmedo (este domingo, en la última jornada de la segunda etapa) y así podrán llegar frescos a la final de ida (el próximo 17 de diciembre). En cambio, Barcelona o Independiente, el que clasifique, lo hará con el peso de haber jugado un último partido a muerte. Emelec los esperará más descansado.

Respecto a jugar finales, como las que perdió en el 2010 y 2011, con Liga de Quito y Deportivo Quito, en ese orden, hay que decir que Emelec tiene ahora más experiencia y todos los días se escribe una nueva historia. Además tiene cosas a favor, como la mejoría de Emanuel Herrera. Emelec creaba mucho y concretaba poco, pero el argentino ha incrementado su nivel y tiene confianza. Ya no se mueve, en la cancha, de la punta al centro, sino que sale del centro a los lados. Creo que los millonarios han mejorado en zona de definición.

Con más descanso de jugadores como Miler Bolaños y Ángel Mena, Emelec podría encarar mejor las finales que Barcelona o Independiente.

Sobre el nivel de Barcelona hay que decir que es un equipo que obtiene resultados con una defensa que, por lo general, entrega su valla en cero. Pero la generación de fútbol de los canarios es muy pobre. Barcelona vive de lo que producen sus centrodelanteros: Christian Suárez y, en mayor medida, el argentino Ismael Blanco, quien cualquier oportunidad que tiene la traduce en goles.

Y después de eso, pasa que los amarillos hacen un trabajo defensivo eficaz que termina disimulando la poca generación de juego que tienen.

Barcelona gana, pero no convence. No obstante el entrenador Rubén Israel tiene un mérito: ha podido sacar el 70 % de los puntos disputados con un plantel que no es de los mejores en zona de gestación. Contra Mushuc Runa (al que vencieron 3-0 el miércoles por la noche, en el estadio Monumental) vi a plantel un poco cansado por la seguidilla de partidos importantes que ha tenido.

Este domingo tendrá una salida difícil contra Universidad Católica; jugará al mediodía en Quito y el desgaste será tremendo ante un adversario que llega lleno de confianza por la victoria obtenida sobre Liga de Quito (1-2, en el estadio Casa Blanca).

Creo, por eso, que Independiente la tendrá más fácil contra el Manta. Los de Sangolquí han bajado un poco (su nivel), pero sí tienen armas como para vencer a los atuneros. Para mí las posibilidades (para ser finalista) son mayores para Independiente que para Barcelona.

Veo con más opciones (de enfrentar a Emelec al equipo de Pablo Repetto, que venció 2-3 al Olmedo). Es más factible que ellos le ganen al Manta que lo hagan los toreros ante los camaratas.

Ahora, si Barcelona hace su negocio y gana y clasifica, lo tendrá merecido por la campaña que ha hecho, que es buena en números, pero no así en juego. El juego de Barcelona ni siquiera es vistoso, no es agradable a la vista.

El de Israel es un equipo utilitario que por lo general gana. Creo que cualquiera que enfrente a Emelec lo hará después de partidos durísimos. El que avance deberá jugar otra vez el miércoles y ahí los eléctricos tendrán ventaja en el orden físico. (O)

En Emelec se cometen errores en definición y le hacen goles fáciles porque los jugadores no están frescos. Podrá darle descanso a sus titulares ante Olmedo.