A la hora de comprar un monitor de ordenador, es conveniente llevar a cabo un cierto mantenimiento. Y si nos ha costado un ojo de la cara, con más razón. Si queremos que la pantalla no sufra daños y esté siempre como el primer día, hay que utilizar los elementos adecuados para evitar cualquier sorpresa. Para ello es preciso mantener una limpieza periódica. Pero siempre hay que hacerlo con el material adecuado.

Todo dispositivo que incluya una pantalla, como las televisiones, móviles, tablets o monitores, requiere de un sistema de limpieza para que pueda funcionar a su máximo rendimiento. Resulta tedioso tener que encontrar huellas, suciedad o motas de polvo que impiden una experiencia de visionado satisfactoria. La proyección de imagen debe tener una buena claridad para distinguir con exactitud cualquier elemento.

Aunque el método que suele utilizar todo el mundo es un trapo convencional, la realidad es que podríamos estar perjudicando nuestro panel. Las pantallas cada vez son más sensibles y lo más aconsejable es usar otro tipo de producto.

¿Cómo realizar una limpieza eficaz y cuidadosa en un monitor de PC?

La tecnología avanza a pasos agigantados y a lo largo de los años se han ido implantando modelos más revolucionarios. Si has convivido en los 90, seguramente recuerdes los monitores CRT de rayos catódicos, más conocidos como de tubo. Estos dispositivos, que fueron un estándar en aquella década, ya han quedado obsoletos. Pero su gran ventaja es que eran muy fáciles de limpiar.

Ahora, con la puesta en marcha de las pantallas LCD y OLED, la cosa cambia. Y es que son completamente vulnerables al tacto y a cualquier otro elemento nocivo. La superficie de estas pantallas está formada por elementos químicos invisibles, tales como oleofóbicos y antirreflectantes, que son propensos a deteriorarse. Esto quiere decir que aplicar un producto inadecuado o presionar con demasiada fuerza sobre la superficie podría dañar gravemente su estructura. A pesar de que un monitor LCD necesita un mayor nivel de precisión y cuidado, solo basta con elegir el artículo idóneo.

Utiliza un paño de microfibra

Si has encontrado una pequeña mancha en tu portátil o en tu monitor, un paño de microfibra es una de las opciones más recurrentes. Está diseñado específicamente para materiales delicados. Tan solo con una pasada eliminarás esas huellas molestas que dificultan la visión y te desharás de motas de polvo que puedan haber quedado impregnadas. Eso sí, el paño siempre tiene que estar limpio. De lo contrario, podría empeorar la situación.

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¿Y para una limpieza más profunda?

En el supuesto de que hayas localizado manchas que no se quitan con un paño seco, hay que emplear otras fórmulas, como líquidos especiales. Antes de nada, tenemos que advertir que el uso de productos domésticos, como lejía, alcohol o limpiacristales, perjudica gravemente tu pantalla. Son químicos fuertes que terminan deteriorando el material.

Así, lo más recomendable es usar directamente agua limpia. Un pequeño rociado de agua es suficiente para quitar las manchas. Huelga decir que no se debe empapar el paño al completo, pues el agua podría filtrarse por orificios y perjudicar el sistema electrónico.

Consejos a tener en cuenta

Ahora que ya sabes que los paños de microfibra son mano de santo para este tipo de actuaciones, tienes que establecer unos pasos previos a la limpieza. Para garantizar tu seguridad y evitar que se produzcan electrocircuitos, lo mejor es que tu monitor esté completamente apagado y desenchufado. También te ayudará a apreciar mejor toda la suciedad en una pantalla negra.

Después, ve realizando movimientos suaves y circulares sin hacer presión. Cuando el paño haya recogido el polvo, puedes sacudirlo en un lugar retirado por si en algún momento necesitas volver a usarlo.