Las tumbas se pierden en el Cementerio del Sur
María Barrios caminó durante dos horas por el Cementerio General del Sur, luego se sentó en la tumba de un desconocido, ubicada en el sector El Artista, y comenzó a llorar. Sus lágrimas no eran por un luto reciente, sino porque la maleza no le dejó encontrar las lápidas de sus dos hijos que murieron hace 18 y 16 años. “El monte no me deja encontrar las tumbas porque aquí no limpian. Ninguno de los que tenemos a seres queridos en esta zona pudimos pasar”, expresó.
En el Día de los Muertos la Alcaldía de Libertador prometió seguridad y limpieza en el camposanto, pero las urnas abiertas y a la intemperie y la maleza no se pudieron ocultar.
Barrios acudió ayer precisamente para caminar con la presencia de los policías habilitados para el operativo, pero se quedó con las flores en la mano. Su consuelo es que las fosas de sus hijos no han sido profanadas, por lo menos hasta hace cuatro meses cuando fue su última visita. Metros más abajo de donde se lamentaba la madre, una urna oxidada y abierta se encontraba de un lado de la vía, dificultando el paso de los visitantes que subían a La Peste. En otros sectores osamentas saltaban a la vista dentro de las fosas y al lado en una urna a medio abrir se divisaba las vestiduras de un difunto.
A 50 metros donde está el monumento del expresidente Joaquín Crespo, Omar Berti verificaba cada una de las lápidas buscando. Desde hace tres años está buscando los nombres de su bisabuela, abuela, hermano y demás familiares. Fueron enterrados en dos panteones, que pertenecían a sus familiares desde 1936, pero las tumbas desaparecieron. Ahora, en la parcela 3686 solo hay unas tumbas sin identificación, pero con un friso nuevo. No quedan vestigios ni de las rejas que los resguardaban ni del mármol que recubría las tumba de los Berti.
“Busco a Iván Berti y a mi abuela Ana Antonia Rodríguez. Ya tengo tres años en espera de respuestas de la administración del cementerio y no me dicen nada. Sigo viniendo porque aquí está mi familia, en algún lugar, y eso no se olvida”, expresó mientras sorteaba las tumbas y anotaba los apellidos de quienes tienen sus tumbas abiertas.
Berti está tramitando una demanda a la Alcaldía de Libertador como última opción para recuperar los restos de sus seres queridos.
El negocio. Ayer, en el camposanto se desplegaron ambulancias y funcionarios policiales porque se esperaba que 20.000 personas asistieran al lugar. Aunque se anunció una jornada de limpieza y tanques de agua potable, los dolientes iban preparados con machete en mano y pimpinas con agua, porque en la entrada las estaban vendiendo en 10 bolívares.
Mientras los familiares hacían el trabajo de mantenimiento aprovechando la seguridad que se ofreció por la fecha, otros jóvenes ofrecían el servicio de limpieza por 500 bolívares al mes. “Las cuidamos durante el día, pero en la noche no respondemos. Habría que dormir con una escopeta encima para que no las abran”, comentó un joven de 21 años de edad, que se dedica a “machetear” en el camposanto desde los 11 años.
José Leonardo Rodríguez subió al sector Las Tres Vigas para limpiar la tumba de su madre que reposa desde 1982. “Allá abajo limpian y pintan, pero aquí arriba como la señora Carmen no fue diputada no le dan su cariño”, vociferaba mientras cortaba el monte de las tumbas aledañas.
Vigilantes
pernoctan
con los mártires
El área donde reposan los restos del diputado Robert Serra, el concejal del municipio Libertador Eliécer Otaiza y la dirigente de UPV Lina Ron está custodiada por cuatro hombres de día y de noche. Aseguran que son empleados del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz y que en la institución les solicitaron hacer labor social en el camposanto para evitar que ocasionen algún daño a los “mártires de la revolución”.
Ayer, un hombre se encontraba sentado en un muro recién pintado de rojo que resguarda la tumba de Serra para evitar que las personas pisen la lápida de mármol que reviste los restos del difunto. Se presentó como Pedro Betancourt Lares y asegura que trabaja en el área administrativa del ministerio. De un lado tenía dos bolsos con cobijas para abrigarse en la noches hasta el 15 de noviembre, cuando tendrá un relevo.
Detrás del espacio del diputado se encuentra sepultado el líder del colectivo Frente 5 de Marzo, José Odreman. Su lápida es solo de cemento y aún ninguna placa lo identifica.