En parroquias de Quito hay más controles, pero para expertos, falta vigilancia

Quito –

Las sirenas y balizas advierten la presencia de militares, policías y personal del Municipio, en Guamaní, sur de Quito.

Esa parroquia junto con Chillogallo, Belisario Quevedo, Calderón, La Magdalena, Centro Histórico, Cotocollao, representan casi el 40% de los casos de coronavirus. En esas zonas se redoblan controles en aglomeraciones, toque de queda, libadores, escándalos y fiestas en domicilios.

Los militares llegaron al mercado de Guamaní y sectores como Nueva Aurora, Santo Tomás, La Bretaña.

Hubo personas que no usan mascarilla, vendedores ambulantes así como locales sin permiso de funcionamiento, informó el mayor Fabián Fabara, de Fuerzas Armadas.

«Hay una relación directamente proporcional entre las parroquias que tienen mayores inconductas o irresponsabilidades con los números de contagios«, dijo Juan Zapata, director del ECU911.

Para Fernando Sacoto, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública, el control es necesario pero insuficiente. Considera que fundamentalmente se debe realizar vigilancia epidemiológica comunitaria para frenar la transmisión del virus.

Funcionaría con la detección de posibles casos sospechosos o con sintomatología leve para realización de pruebas PCR, aislamiento, realización de test a contactos. Voluntarios se harían cargo del monitoreo de un número de familias en contacto con unidades de salud. Además sensibilización ciudadana con información, educación y comunicación adaptada a diferentes destinatarios. A los jóvenes, por ejemplo, acotó, hacerles ver el alto riesgo que ponen a sus familias al reunirse en fiestas. No descarta una cuarenta selectiva en barrios o sectores según evolucione la pandemia.

El Municipio de Quito impulsa un proyecto de vigilancia comunitaria en 14 parroquias quiteñas pero para Sacoto se requiere actuar localmente con mayor intensidad y de forma permanente.

El alcalde de Quito, Jorge Yunda, señaló que se van a abrir unidades médicas en los barrios donde se hará el diagnóstico e iniciar el tratamiento a fin de detener el desborde del sistema sanitario.

Santiago Ron, profesor universitario, cuestionó la decisión del Gobierno de no aceptar que haya una ley seca.

A su criterio, se quiere solucionar con Policías lo que debió solucionarse con pruebas PCR, seguimiento epidemiológico, mejoras en el sistema de salud.

Evaluación de casos en siete días

Según cifras del ECU911, del 16 de marzo al 15 de julio en Quito hubo 8072 alertas por aglomeraciones. Por fiestas, 860; por libadores, 15 676. Por escándalos se registraron 21 346 llamadas al 911.

Juan Zapata, director del ECU911, señaló que en cuatro días se hará una evaluación de los operativos de control. El objetivo es que esas cifras se reduzcan con los controles que harán la Policía y Fuerzas Armadas. En tanto, en siete días se analizarán los indicadores de salud.

De acuerdo con el último informe del Ministerio de Salud, en Quito había hasta ayer 10 386 casos confirmados de coronavirus. 568 personas han fallecido por COVID-19. Estas cifras registran un crecimiento diario sostenido. (I)