Las nuevas cuentas públicas incluyen una subida de impuestos a las rentas altas y una inversión récord en gasto social.

Punto Noticias.- El Gobierno aprobó este martes 27 de octubre, el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021, que propone una subida del IRPF para las rentas altas, incluso del impuesto de sociedades y el del patrimonio para las grandes fortunas.

En una rueda de prensa, este martes explicó el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Derechos Sociales Pablo Iglesias que el proyecto trata de implementar medidas de “justicia social” para “garantizar que los que más tienen, aporten más”.

De esta manera, afirma que es el “primer paso hacia una reforma profunda del sistema fiscal que corrige la desventaja de siete puntos de justicia social con respecto a Europa”. Para Iglesias, se inicia “una nueva época en política económica que deja atrás definitivamente la etapa neoliberal y de recortes y pone a España en la senda de recuperación de derechos laborales y sociales y refuerzo de servicios públicos”.

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno y titular de Hacienda, María Jesús Montero, ha justificado estos cambios en materia fiscal asegurando que “sin progresividad fiscal, no hay justicia fiscal”.

Paralelamente con la subida de impuestos, existe el incremento del gasto social un 10,3 % hasta una cifra récord de casi 240.000 millones de euros.

De hecho, la subida del IRPF para las rentas altas será en tres puntos para las rentas del capital de más de 200.000 euros, pasando el tipo del 23% al 26%, y en dos puntos para las rentas del trabajo de más de 300.000 euros, por lo que el tipo marginal sube del 45% al 47%.

Según la portavoz del Gobierno, esta subida del IRPF busca “dotar de mayor progresividad al impuesto”. Con este incremento Hacienda recaudaría 491,4 millones de euros extras y afectará a 36.194 contribuyentes, equivalente al 0,17% del total.

Además, el impuesto de patrimonio subirá en un punto para las fortunas de más de 10 millones de euros, que pasa del 2,5% al 3,5%, y se prorrogará con carácter indefinido. La ministra ha explicado que la intención del Ejecutivo es “avanzar hacia la armonización” de este impuesto entre las comunidades.

Así mismo, el Gobierno cambió los límites de aportaciones máximas a planes de pensiones. En este sentido, baja de 8.000 a 2.000 euros las aportaciones que se podrán desgravar en el IRPF para los planes individuales.

Montero aseguró que “este cambio afectará a un mínimo de contribuyentes”, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), solo el 8% de los ciudadanos con planes de pensiones privados hacían aportaciones superiores a los 4.000 euros anuales.

Incluso se cambia el límite conjunto de reducción de planes de empresa, que sube de 8.000 a 10.000 euros anuales para limitar la regresividad del incentivo fiscal.

La portavoz del Ejecutivo recalcó que el impacto de esta medida se concentra en las rentas altas y que se siguen las recomendaciones de Pacto de Toledo.

También, con los nuevos presupuestos sube el impuesto de sociedades para grandes grupos empresariales, y se limitarán las exenciones por dividendos y plusvalías de las filiales de las grandes empresas, que pasan del 100% al 95%.

En los tres próximos años no se afectará a pequeñas y medianas empresas que facturen menos de 40 millones de euros, los que podrán seguir aplicando la exención del 100%.

Montero aseguró que esta medida es similar a la que aplican “países de nuestro entorno como Francia, Alemania o Italia” y subrayó que la medida solo afecta al 0,12% del total de empresas.

Además, se establecerá una tributación mínima del 15% para las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis), frente a la nula tributación actual.

De hecho, estas subidas de impuestos no son las únicas que incluye el proyecto de presupuestos y que se añaden a las ya anunciadas anteriormente, como las tasas Tobin y Google, o el nuevo impuesto a los envases de un solo uso.

Se prevé un incremento del 6% al 8% del impuesto sobre las primas de seguros; un aumento del IVA para las bebidas azucaradas que pasan del 10% al 21% para la venta en supermercados y tiendas minoristas, y una subida de la fiscalidad del diésel para acercarlo a la gasolina.

Montero también explicó que la subida del impuesto de las primas de seguro aparece después de que el tipo no haya variado desde 1998, y supondrá un impacto de 507 millones de euros.

Respecto al IVA de las bebidas azucaradas y edulcoradas, la ministra dijo que la medida no tiene “afán recaudatorio”, sino que busca apoyar hábitos de vida saludables y combatir la obesidad infantil. No obstante, el Gobierno apuntó en 400 millones de euros el impacto del incremento de este gravamen.

Subrayó que esa subida no se aplicará a la venta de estas bebidas en bares y restauración, donde sigue fijado en el 10%, para “no perjudicar a la hostelería” en momentos de crisis por la pandemia del coronavirus.

En torno al impuesto del diésel, Montero explicó que subirá de 30,7 a 34,5 euros el litro para los no profesionales, en este sector se mantiene la tributación actual, y afirmaron que la finalidad es avanzar hacia el impuesto verde.

Fuente: RTVE