Sector de la construcción ve al Estado y al sector financiero como piezas claves para la reactivación
La pandemia de coronavirus ha afectado a diferentes sectores de la economía local, entre los que está el de la construcción.
De acuerdo con datos de esta industria, en 2019 fue el quinto sector que más representación tuvo en el PIB del país (8,17%) y tuvo una inversión extranjera de más de 69 millones de dólares.
Daniel Elmir, portavoz de la iniciativa Constructores Positivos, indica que hasta mayo del 2020 el sector tuvo una disminución en ventas de hasta 61,4% y una contracción de 7,1%. Además menciona que contando los sectores conexos a sus operaciones su importancia podría estimarse en un 20% del PIB.
Una empresa en ese grupo relacionado es Pintulac. David Betancourt, gerente comercial de esta empresa, comenta que con la paralización de las construcciones y los costos que se suman por la protección se ha afectado toda la cadena comercial y ellos han perdido un 30% de ventas en lo que va del año, en comparación al 2019, pero que la venta en línea de sus productos los ha ayudado mientras se reactivan las actividades.
«De los 486 mil empleos que nosotros generamos, se han perdido 46 mil», dice Elmir.
Para tratar de revertir este escenario, el sector pide al Estado (gobierno nacional y los seccionales) que agilite el tema de los trámites, ya que en el país hay un promedio de 127 días para obtener un permiso de construcción y eso, según afirma Elmir, causa que solo en la ciudad de Quito se «represe $1000 millones anualmente por la demora».
Carlos Henriques, gerente general de la constructora Thalia Victoria, ve como una opción para acelerar esto que los constructores puedan dejar ciertas garantías mientras se hace el trámite. Por ejemplo, se comenta que se puede crear un fideicomiso para que este tenga los ingresos que se van teniendo en la comercialización hasta que la constructora tenga los permisos correspondientes.
«Queremos que nos permitan construir de manera más ágil y que nos ayude con una manera de mejorar las tasas de interés para los préstamos hipotecarios, para que la gente pueda acceder a vivienda», apunta Elmir, quien agrega que hay que buscar la forma en que el 88% de los ecuatorianos que buscan una vivienda puedan tenerla.
Actualmente hay un déficit de entre 350 mil y 500 mil viviendas a nivel nacional, según representantes del sector.
Otro punto que aborda Elmir es que es importate llegar a un acuerdo con la banca para que los intereses bajen y las cuotas de un crédito hipotecario puedan ser similares al valor de un arrendamiento. Por ello, están en conversaciones con el sector financiero.
Henriques concuerda con él y afirma que al sector financiero juega un rol vital para la reactivación de la economía porque al final del día es el que va a financiar los proyectos. «Es importantísimo que ellos sigan colocando créditos hipotecarios», apunta
Elmir agrega que la recuperación del sector viene un poco lenta por la falta de recursos, por lo que también pide a la banca privada tomar en cuenta el proceso de recalificación. También piensa que la banca pública podría tener créditos que se entreguen de manera más rápida.
Para darle un empuje al área de comercialización de los proyectos, Constructores Positivos ha creado la campaña «Construimos Ecuador», que gira en torno a los beneficios de tener una casa propia.
Los constructores afirman que este puede ser un buen momento para sacar una vivienda, puesto que se están dando beneficios de financiamiento y hay un abanico de precios para diferentes segmentos de la población.
Henriques añade que el interés de las personas no ha disminuido porque ven que el invertir en una propiedad no es solo comprarse una casa, sino que es adquirir patrimonio. Por ello, algunos prefieren invertir en un bien que va a ganar valor con el tiempo.
Pone de ejemplo que hace tres semanas se empezó con la venta de su proyecto Costa Sol en el km 19 de a Via a la Costa y han percibido una buena respuesta del mercado.
Antecedente
El sector, según sus representantes, frente a años anteriores, venía experimentando una desaceleración que se agravó con la llegada de la pandemia, que provocó la paralizzación total de las actividades por dos meses y en algunos casos hasta tres.
Calculan que la industria ha perdido alrededor de 5000 millones de dólares durante la emergencia y «como consecuencia al menos 150 mil empleos directos se han visto afectados por la situación actual del país según información publicada por la Cámara de la Construcción, CAMICON», cita un comunicado.
En tanto, desde finales de abril más de 400 proyectos reiniciaron sus labores usando medidas de bioseguridad para evitar. (I)