Observadora internacional de la izquierda europea está convencida de que no habrá fraude electoral en Ecuador
La limpieza de las elecciones deben garantizar las mesas electorales, opina.
Punto Noticias. A criterio de Maite Mola, vicepresidenta del Partido de la Izquierda Europea, jefa de misión de la delegación de observación electoral en Ecuador, la pugna entre el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) no incidirá en la transparencia que espera tenga el proceso comicial del domingo.
Considera que la limpieza de las votaciones debe ser garantizada, in situ, por cada una de las juntas receptoras del voto y por las juntas provinciales electorales, encargadas de escrutar (contar) los votos, que finalmente llegarán al CNE.
Destacó que la misión de los observadores electorales será vigilar que sea respetada la decisión de los votantes en las urnas, pero comentó que, personalmente, su labor la hará no sospechando que habrá un fraude, sino pensando en que todo irá bien.
Comentó que la delegación que preside comprobará cómo funciona todo, el sistema informático que será utilizado por el CNE para el conteo de votos, por ejemplo; visitará recintos electorales, entre otras actividades.
Mola dijo estar prácticamente convencida de que no ocurrirá un fraude electoral, en los comicios generales del domingo 7 de febrero, en los que los ecuatorianos elegiremos, entre otras autoridades, al nuevo presidente de la República.
La política de izquierda europea opinó que, dada la población de Ecuador, el número de candidatos presidenciales (16) es realmente sorprendente. Sin embargo, lo justificó, porque cree que con todo el derecho la gente presenta postulaciones ya que no se siente identificada con las candidaturas tradicionales. La democracia es así, manifestó.
Cree que el número de postulantes no es fundamental, pero sí que los ciudadanos vayan a votar. Dice que debe ser un deber acudir a las urnas, cada cuatro años, sobre todo en unas elecciones tan importantes.
Para Mola, la pandemia es una justificación para no ir a votar, porque no tenemos problema en salir de casa para ir a comer con amigos, reflexiona.