¿Pudo el videoarbitraje (VAR) evitar los goles fantasmas?

La inevitable aprobación del uso del videoarbitraje (VAR, por sus siglas en inglés) en el Mundial de Rusia 2018 será el punto más destacado de la reunión anual del Consejo de la FIFA, a celebrarse el próximo 16 de marzo en Bogotá.

Con la medida, que a nivel global ha parecido encontrar más adeptos –futbolistas, exjugadores, entrenadores y periodistas deportivos– que detractores, se pretende aminorar errores arbitrales determinantes, al brindarle al juez central de un partido la opción de observar la repetición en video de acciones polémicas: goles, penaltis, expulsiones y confusiones de identidad.

En resumen, se trata de un sistema al que puede recurrir el árbitro durante el desarrollo de un juego, de tal forma que tenga un punto de vista diferente al que posee por naturaleza y pueda decidir con efectividad.

En cualquier caso, más allá de explicaciones técnicas, el VAR es una alternativa vigente que, de haber existido en el pasado, pudo haber cambiado el rumbo de algunas selecciones en la historia de la máxima cita mundialista.

Inglaterra en 1966, Argentina y Brasil en 1986, Alemania en 2010… Son solo algunos equipos que se beneficiaron de decisiones desacertadas, en detrimento de otros conjuntos que, incluso, llegaron a despedirse en consecuencia del Mundial de turno.

Al final, es el árbitro quien tiene la última palabra. (D)

132ª

Reunión anual

La International Football Association Board (IFAB), asociación que define las reglas del balompié mundial, dio vía libre a la utilización del VAR en Rusia, el pasado 3 de marzo.