La historia fallida de la ley de extinción de dominio

Una ley bien frenada

2008

Prácticamente una década atrás, cuando se estrenaba la Constitución y Asamblea Nacional, siendo marzo del 2008, llegó un proyecto similar auspiciado por el entonces fiscal —también candidato presidencial— Washington Pesántez.

Se sabía que eran 37 artículos y nada más. Que en la Asamblea no estaban de acuerdo con la definición que se le daba a los bienes y los ‘súper poderes’ que parecía alcanzar con esto el fiscal.

La justificación que pasó desapercibida

2009

Las noticias de la época son entusiastas: que el proyecto avanza, que se discute sobre una ley de extinción al dominio y que desde finales del 2008, cuatro asambleístas impulsaban un borrador de ley bastante similar al del fiscal Pesántez

Incluso, hay un borrador de la ley donde se justifica la necesidad y aunque ha pasado bastante tiempo, sigue coincidiendo con la realidad actual:

“Más allá de los discursos o de las acciones políticas de reproche o la utilización indebida de los fondos públicos (…) se impone que el Estado cuente con una herramienta legal (…) que disponga de acciones que permitan la extinción o pérdida de dominio de bienes cuyo origen es ilícito”.

En 2009 la ley estuvo bien cerca de aprobarse. Hasta le dieron un tercer informe para seguir debatiéndola y pese a que el sector de contratación pública recomendó se le de visto bueno, la Asamblea la frenó.

¿Habrá un sí masivo?