La doctora contó a su familia lo insoportable que era ver morir a los pacientes con COVID-19 y que, incluso, había pacientes que morían antes de que pudieran sacarlos de la ambulancia

Después de estar en la primera línea atendiendo a pacientes con coronavirus, Lorna Breen, jefa del departamento de urgencias de un hospital de New York, decidió quitarse la vida el pasado domingo 26 de abril, en la ciudad de Charlottesville (Virginia).

En una conversación que tuvo con su padre, Philip Breen, quien también es médico, la doctora de 49 años contó lo insoportable que era ver morir a los pacientes contagiados con COVID-19 y que, incluso, había pacientes que morían antes de que pudieran sacarlos de la ambulancia.

En una entrevista con el medio estadounidense The New York Times, el padre relató que, días atrás, su hija había dado positivo para coronvairus, pero que se había recuperado y volvió al hospital para continuar con su trabajo. Sin embargo, las autoridades del centro médico decidieron mandarla a casa nuevamente.

En su retorno a Virginia, localidad donde se encontraba su familia, Lorna decidió quitarse la vida, contó su padre. «Ella trató de hacer su trabajo y eso la mató. Estaba realmente en las trincheras de la primera línea. Asegúrense de elogiarla como una heroína«, expresó.

Philip Breen dijo que no es el único caso de suicidio, dos días antes de la muerte de su hija, un técnico de ambulancia de New York, un joven de 23 años, también decidió quitarse la vida.

En este contexto, Nueva York es uno de los estados que más casos de COVID-19 registra en Estados Unidos. En las ultimas 24 horas se han confirmado 335 nuevas muertes, llegando a una cifra de 11.820 decesos, mientras que existen 295.137 ciudadanos contagiados.

Fuente: RT / EL MUNDO