La decisión de cambiar lo que se cree está mal es completamente entendible y si se ampara en el marco de lo legal, se debe dar el visto bueno. Lo inadmisible es que un tema tan delicado no se lo maneje a la altura y con el manejo suficiente para hacerlo de manera virtual.

Una de las perlas del Congreso Extraordinario de la FEF fueron los momentos previos a la votación cuando a dos directivos sin ningún reparo se les escaparon dos malas palabras en una clara falta de respeto a sus demás colegas.

Momentos previos, ya hubo un hecho insólito cuando un directivo solicitó se felicite a un integrante de Técnico Universitario por estar de cumpleaños. Todo esto como si no se tratara de un acto serio y fuera una reunión social cualquiera.

Fuente: futbolecuador.com

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