JVR: Comité contra Tortura de la ONU creía que nosotros vivíamos una dictadura

El viceministro de Política Interior y Seguridad Ciudadana, José Vicente Rangel Ávalos, manifestó en el programa dominical de su padre, José Vicente Rangel, que el Comité contra la Tortura de la ONU acusó falsamente a Venezuela de practicar detenciones y hasta desapariciones de opositores como ocurrió en la dictadura chilena de Augusto Pinochet.

Esa instancia de la Organización de las Naciones Unidas recibió a Rangel los días 6 y 7 de noviembre en su sede en Ginebra y lo interrogó sobre supuestas prácticas de torturas o tratos crueles y degradantes contra más de 3.000 detenidos durante las protestas antigubernamentales registradas en Venezuela entre febrero y junio.

El viceministro insistió en que los miembros de ese comité se limitaron a repetir “el mismo discurso” de organizaciones no gubernamentales opositoras. «Ellos lo que querían era dar la impresión de que en Venezuela se vivía una especie de dictadura pinochetista (…); esa gente del Comité de la ONU estaba tan envenenada (…) que creían que nosotros vivíamos una dictadura», manifestó Rangel.

“Les llenaron la cabeza de desaparecidos políticos, de torturados, de que nosotros arremetimos contra manifestaciones pacíficas (…); bueno, ellos creen que estaban frente a un país pinochetista», repitió. «Incluso se atrevieron a decir que no les hiciéramos nada malo (a los activistas de esas ONG) cuando volvieran a Venezuela”.

Venezuela, representada por el viceministro, compareció ante el Comité contra la Tortura de la ONU por primera vez desde hace doce años para una revisión sobre si el Estado cumple con la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.

Rangel remarcó que antes de su comparecencia estuvo al tanto de que los integrantes de esa instancia de la ONU, «empezando por la Presidencia del Comité, eran personas sumamente enemigas del Gobierno venezolano», pero que no esperaba que se identificaran de manera pública, como se los achacó, con la oposición a Chávez y a su sucesor, el presidente Nicolás Maduro.

De igual forma indicó que “el asunto fue lastimoso y es una falta de respeto hacia la República Bolivariana de Venezuela, porque al país suramericano nadie lo sienta en el banquillo de los acusados».

«No es posible que vayamos con la mejor fe a rendir un informe de los progresos de Venezuela y ellos, en vez de aceptar decentemente el balance gubernamental para luego estudiarlo, vengan con una posición totalmente sesgada y tan grosera que cuando uno responde sus preguntas vienen y hacen las mismas preguntas», relató.

Rangel concluyó que lo sucedido en Ginebra refleja que el Gobierno de Venezuela es víctima de «una estrategia» para declarar «forajidos» a sus funcionarios, por supuestamente «no respetar ninguno de los derechos humanos», y así preparar el terreno para «algún tipo de intervención» extranjera.