Los modelos de pronóstico ayudan a predecir el clima; funcionan con supercomputadoras que ingresan datos atmosféricos de todo el mundo a fórmulas específicas.
Cada modelo tiene una fórmula diferente, no obstante, y los resultados no siempre son los mismos. Cuando lo son, es más probable que el pronóstico sea correcto.
El modelo estadounidense, el Global Forecast System, conocido como GFS, indica que la tormenta se debilitará considerablemente e impactará el sur de Florida al principio de la próxima semana.
El modelo europeo muestra que la tormenta regresará pero pronostica que se mantendrá alejado de la costa. Eventualmente, el modelo europeo muestra que la tormenta da la vuelta, moviéndose hacia el este, más adentro del Atlántico.
Los modelos meteorológicos han mejorado mucho en los últimos 30 años. No obstante, todos los modelos son menos precisos en la medida en que pronostican más a futuro.
Así que aunque es posible que toque tierra por segunda vez en Florida la próxima semana, las probabilidades son bajas, y el pronóstico podría cambiar rápidamente.