Huawei MateBook X Pro
Huawei MateBook X Pro, análisis: A Huawei le importa mucho el mercado de los ordenadores portátiles. Nos lo han confirmado los responsables de la filial española de esta marca, pero, sobre todo, lo anuncia a gritos su porfolio. Y es que durante los últimos años se ha expandido con paso firme hasta abarcar prácticamente todas las diagonales posibles y un abanico de configuraciones muy amplio. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Este año hemos analizado a fondo varias de sus últimas propuestas, y, aunque todas ellas nos parecen competitivas, los equipos que más nos han gustado son el estilizado MateBook 14s y el muy versátil MateBook 16. Sin embargo, el ordenador portátil en el que estamos a punto de sumergirnos en este análisis juega en otra liga. Ahí va un espóiler para meternos en harina: este Matebook X Pro es el mejor equipo que ha puesto a punto esta marca hasta ahora. Y con diferencia.
Este acabado tan cuidado coloca a este portátil en la primera división
Este equipo es un ultraligero de gama alta con una vocación muy marcada: ha sido diseñado para ofrecernos un rendimiento equilibrado en un escenario de productividad y una experiencia lo mejor afinada posible. De hecho, como comprobaremos más adelante, refleja con claridad que los ingenieros de Huawei se han esforzado para poner en nuestras manos una manera más ingeniosa y placentera de resolver algunas de las necesidades que plantea el trabajo cotidiano con un portátil.
Si nos ceñimos a su diseño es muy difícil ponerle pegas. El marco superior mide solo 6 mm, y los marcos laterales tienen un grosor de unos aún más comedidos 4 mm. Incluso el marco inferior, que suele ser notablemente más grueso, es estilizado en este ordenador portátil (mide 7 mm). No está nada mal. No obstante, esto no es todo. El recinto del equipo tiene un grosor máximo de 15,5 mm, y pesa 1,38 kg, por lo que podemos llevárnoslo encima allá donde lo necesitemos sin que su portabilidad se vea penalizada. No tengo nada que objetar en este ámbito.
En cualquier caso, la cualidad que definitivamente coloca a este equipo en la primera división es su construcción. Y es que no cabe duda de que los técnicos que lo han diseñado han puesto toda la carne en el asador. Su estructura interna y su recinto son de aleación de magnesio, un material que destaca por su ligereza, su rigidez, y también por su capacidad de absorción de la energía de los impactos. Además, el mecanizado de la parte externa del recinto es impecable, así que en este terreno tampoco puedo ponerle ninguna pega.
Antes de seguir adelante hay dos elementos en los que merece la pena que nos detengamos brevemente. Uno de ellos es la sofisticada cobertura texturizada que recubre todo el recinto del portátil. Su tacto es muy suave, pero lo realmente importante es que nos permite agarrarlo con firmeza y sin que se deslice entre nuestros dedos. Además, el material utilizado por Huawei en este recubrimiento tiene propiedades oleófugas, por lo que es relativamente inmune al aceite que todos tenemos de forma natural en nuestros dedos.
El otro elemento que merece la pena que no pasemos por alto es la bisagra que nos permite desplegar la pantalla de este portátil. Los ingenieros de Huawei han puesto a punto una única bisagra central de 236 mm que nos permite abrir el equipo con una sola mano cuando lo tenemos colocado sobre una mesa. Es estilizada, probablemente con el propósito de que no contribuya a incrementar el grosor del ordenador, pero también me parece robusta, por lo que intuyo que será capaz de soportar impertérrita un trato relativamente descuidado durante muchos años.
Vamos ahora con su conectividad. Los ultraligeros que tienen un recinto tan estilizado no pueden permitirse entregarnos una gran cantidad de conectores, y este MateBook X Pro no es una excepción. En el lateral izquierdo del recinto nos propone dos puertos Thunderbolt 4 y un conector en formato jack de 3,5 mm que podemos utilizar para enchufar nuestros auriculares o un micrófono. Y en el lateral derecho residen dos puertos USB-C de última generación con capacidad de carga y conexión a un monitor. Eso es todo.
Este portátil incorpora dos puertos Thunderbolt 4, dos USB-C y un ‘jack’ de 3,5 mm. Echamos de menos una salida micro-HDMI y una ranura para tarjetas SD
Esta conectividad física es lo suficientemente versátil para cubrir las necesidades que podemos tener la mayor parte de los usuarios, pero, aun así, echo de menos la presencia de una salida micro-HDMI y una ranura para tarjetas SD. De haber integrado estos puertos adicionales su conectividad me habría parecido impecable. En lo que se refiere a la conectividad inalámbrica no tengo nada que objetar: nos propone Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.2.
Vamos ahora con el que sin duda es uno de los componentes de un ordenador portátil que tienen un impacto más profundo en nuestra experiencia: el teclado. El de este equipo es de tipo chiclet, está retroiluminado y nos propone un recorrido para cada tecla de 1,5 mm.
Ninguna de estas características es especialmente llamativa, pero este teclado tiene una baza muy atractiva a su favor: la oscilación transversal de las teclas es inexistente, por lo que podemos utilizarlo durante horas sin apenas experimentar fatiga mecánica en las muñecas. Esto es lo que realmente permite a un teclado de calidad desmarcarse de uno corriente.
Otro componente que interviene en nuestra interacción con el portátil es el touchpad. El de este equipo tiene un tamaño generoso (mide 120 x 82 mm) y un tacto sedoso que a mí me parece muy agradable. Sin embargo, ninguna de estas es su cualidad más atractiva. Lo que le permite desmarcarse del touchpad que nos proponen tanto Huawei como sus competidores en otros ordenadores portátiles son su respuesta táctil y los gestos que implementa.
En lo que se refiere a su respuesta táctil me recuerda mucho a la interacción háptica que nos proponen, por ejemplo, los mandos Joy-Con de Nintendo Switch, el pad DualSense de PlayStation 5 o algunos iPhone recientes, entre otros dispositivos. Y, además, implementa ocho gestos táctiles muy útiles. De todos ellos me quedo con dos: si deslizamos uno de nuestros dedos por el margen izquierdo del touchpad actuaremos sobre el brillo de la pantalla, y si llevamos a cabo la misma operación, pero en el margen derecho, modificaremos el volumen.
Este touchpad es una delicia. Aun así, no es perfecto. Y es que es tan sensible que en algunas ocasiones sin pretenderlo he llevado a cabo una acción que no buscaba. En cualquier caso, no es nada grave en absoluto porque tiene un impacto mínimo en nuestra experiencia. Y, además, me sucedió durante las primeras horas de uso. A medida que fui familiarizándome con los gestos y la sensibilidad de este touchpad los efectos no deseados fueron evaporándose poco a poco.
El software Superdispositivo marca la diferencia. Vaya si lo hace
A menudo el software que nos entregan los fabricantes de ordenadores junto a sus propuestas tiene un interés esencialmente anecdótico debido a que no aporta gran cosa. Sin embargo, y vaya por delante que esta es una de las cualidades más atractivas de este MateBook, una de las aplicaciones que los ingenieros de Huawei han introducido en este equipo es muy valiosa. Se llama Superdispositivo y nos permite conectar al portátil de forma inalámbrica otros dispositivos, como, por ejemplo, unos auriculares, una tablet, un monitor o un smartphone de esta marca, de una manera muy sencilla.
Lo único que tenemos que hacer es acercarlos, y, si ambos dispositivos implementan el software Superdispositivo, negociarán la conexión de forma transparente para el usuario y quedarán vinculados mediante un enlace Wi-Fi 6E. A partir de aquí las prestaciones que nos propone esta tecnología son muy interesantes. He tenido la oportunidad de probar este software con un P40 Pro y un P50 Pro de Huawei, y es sorprendentemente útil. Una de las cosas que podemos hacer es transferir archivos entre ambos dispositivos con mucha sencillez, y también podemos acceder al sistema de archivos del móvil de una forma muy intuitiva.
No obstante, esto no es ni mucho menos todo. Y es que también nos permite controlar el teléfono móvil desde el portátil. En la captura que publicamos debajo de estas líneas podéis ver esta prestación en combate, y marca un antes y un después porque pone en nuestras manos la capacidad de hacer cualquier cosa, como, por ejemplo, transferir objetos, como fotos o vídeos, de un dispositivo al otro de una manera completamente natural. Además, el rendimiento del enlace Wi-Fi 6E es muy alto, por lo que la latencia es mínima. Apostaría que un entusiasta de los juegos no pondría pegas a la demora que introduce esta conexión.
El panel LTPS de este portátil es una auténtica delicia
Antes de indagar en el rendimiento de la pantalla de este portátil merece la pena que echemos un vistazo a las características de su panel LCD de tipo LTPS. Tiene una diagonal de 14,2 pulgadas y una resolución de 3120 x 2080 puntos que encaja muy bien con sus dimensiones.
Como podemos deducir a partir de su resolución, su relación de aspecto es 3:2, y, lo que es si cabe más interesante, tiene una capacidad máxima de entrega de brillo de 500 nits, una relación de contraste nativo de 1500:1, y, según Huawei, ha sido calibrado para reproducir el color con una precisión Delta-E < 1. Estas especificaciones pintan muy bien, de eso no cabe la menor duda.
Para analizar la calidad de imagen de la pantalla de este ordenador portátil recurrí a Eizo Monitor Test, una herramienta gratuita muy útil no solo para comprobar cómo resuelve un dispositivo de visualización el color, sino también cuáles son sus ángulos de visión, si su nitidez está a la altura, si la retroiluminación es completamente homogénea o si tiene algún píxel defectuoso, entre otras prestaciones.
Este panel ha salido bien parado de la prueba de patrones geométricos de Eizo Monitor Test. Su elevada resolución le ayuda a resolver sin problema las curvas y apenas adolece de ruido de alta frecuencia. Además, como podemos ver en la siguiente imagen, la entrega de luz de la retroiluminación es muy uniforme y no he identificado fugas importantes.
La pantalla de este MateBook apenas adolece de ruido de alta frecuencia, y la retroiluminación entrega la luz con mucha uniformidad
Eso sí, la cobertura del panel no es inmune a los reflejos. No molestan excesivamente, pero están ahí y pueden condicionar nuestra experiencia si hay mucha luz ambiental y el fondo de la pantalla en ese momento es gris o relativamente oscuro. Un apunte importante: los halos que podemos ver en la siguiente fotografía no se aprecian a simple vista. Son el resultado de la exposición de la cámara con la que tomamos las fotos y del procesado de esta imagen.
Y llegamos, por fin, a la que en mi opinión es la cualidad más atractiva de la pantalla de este portátil: su capacidad de reproducción del color. La saturación y la riqueza con la que reproduce los tonos son sobresalientes, de hecho, en algunos momentos te da la sensación de que te encuentras frente a un panel OLED. Puede parecer una exageración, pero os aseguro que no lo es: la matriz de este MateBook es fabulosa. De las mejores que he tenido la oportunidad de probar hasta ahora.
Su rendimiento encaja bien en un equipo para productividad Huawei MateBook X Pro
Las especificaciones de este ordenador portátil están a la altura de las que los usuarios podemos exigir actualmente a un ultraligero de gama alta. Su procesador es un Core i7-1260P de Intel con microarquitectura Alder Lake, tiene 16 GB de memoria principal de tipo LPDDR5, una lógica gráfica integrada Iris Xe y del almacenamiento secundario se responsabiliza una unidad SSD de 1 TB con interfaz PCIe 4.0 NVMe M.2 fabricada por Samsung.
Para poner en contexto el rendimiento de este ordenador portátil lo hemos comparado con el que han arrojado algunos de los últimos equipos de esta categoría que hemos analizado. Y sí, su potencia es coherente con el rendimiento que podemos esperar que nos entregue un dispositivo como este. La siguiente gráfica muestra su productividad en la prueba monohilo de Cinebench R23.
En la siguiente gráfica podemos ver que el rendimiento de este portátil en el test multihilo de Cinebench R23 es competitivo. Su CPU ha sido superada con claridad por las de los equipos de Acer y Gigabyte. Y también por el Ryzen 7 5800H de AMD integrado en el MateBook 16, pero, aun así, este test avala la capacidad de procesamiento multihilo de este procesador.
Un apunte más: el chip Core i7-1260P incorpora 12 núcleos (4 de alto rendimiento y 8 de alta eficiencia) y es capaz de procesar simultáneamente un máximo de 16 hilos de ejecución (threads).
En la siguiente gráfica podemos ver que el test Home de PCMark 8 ha dejado en buen lugar a este portátil de Huawei. De hecho, se codea de tú a tú con los equipos más rápidos. En cualquier caso, esta prueba avala la suficiencia con la que este MateBook se enfrenta a la navegación en internet, la edición de textos o la realización de videollamadas, entre otras aplicaciones.
El test Work de PCMark 8 evalúa la solvencia con la que un equipo se enfrenta a la manipulación de grandes hojas de cálculo, la edición de textos o la realización de videollamadas, entre otras aplicaciones. De nuevo, el rendimiento del portátil de Huawei que estamos analizando es similar al que nos proponen otros equipos con una configuración parecida, lo que avala lo cómodo que se siente en este escenario de uso.
Como suele ser habitual, la prueba Time Spy de 3DMark ha sacado a este portátil de su zona de confort. Y es que la potencia de la lógica gráfica Iris Xe de Intel es relativamente modesta. Con este portátil podemos jugar siempre que, eso sí, estemos dispuestos a hacerlo a títulos no demasiado exigentes y con un acabado gráfico moderadamente estresante con el hardware. Su rendimiento probablemente será suficiente para quien juega solo ocasionalmente, pero no para un entusiasta.
En lo que concierne al rendimiento de la unidad SSD de Samsung que incorpora este ordenador portátil poco puedo añadir a lo que revela la siguiente captura. Como podéis ver, alcanza unas velocidades de lectura y escritura secuenciales de 3558,85 y 2969,75 MB/s respectivamente, unas cifras extraordinarias que, una vez más, nos recuerdan lo importante que es contar con una unidad de estado sólido capaz de dar cobijo tanto a nuestro sistema operativo como a las aplicaciones.
Y, por fin, llegamos al que sin duda es uno de los apartados que más valoramos los usuarios: la autonomía en un escenario de uso real. En un entorno ofimático y de reproducción de contenidos, con el brillo de la pantalla al 40% y la conectividad Wi-Fi habilitada, la autonomía de este equipo oscila entre 5 y 6 horas. Difícilmente va a permitirnos trabajar con él durante toda una jornada laboral sin cargar la batería, un proceso que se prolonga durante 90 minutos aproximadamente para llevarla del 0 al 100%.
Bajo estrés intenso la CPU alcanza una temperatura de 95 ºC, y el sistema de refrigeración genera un nivel de ruido máximo de 41,1 dB
Por último, para poner a prueba la eficacia con la que el sistema de refrigeración actúa sobre la CPU ejecutamos de forma iterativa durante dos horas consecutivas el test multihilo de Cinebench R23. La temperatura máxima que alcanzó el procesador fue de 95 ºC, y durante esta prueba los ventiladores del equipo generaron un nivel máximo de ruido de 41,1 dB. Esta medida la tomamos utilizando nuestro sonómetro Velleman DVM805.
El sonido de este portátil es espectacular. Prometido – Huawei MateBook X Pro
No quiero ser excesivamente entusiasta, pero tengo que ser honesto: la calidad de sonido de este ordenador portátil es fabulosa. He tenido la oportunidad de compararlo frente a frente con el MateBook X Pro del año pasado, que ya sonaba muy bien, y el de este año lo ha barrido con una autoridad insultante. Cuesta creer que suene así, y os aseguro que en lo que se refiere a la calidad de sonido soy muy exigente porque el audio me apasiona.
Lo que más me ha impactado es la amplitud de la escena sonora que consigue recrear. Y es sorprendente si tenemos en cuenta que incorpora seis altavoces muy compactos. Algunos de ellos están alojados, como podemos ver en la siguiente fotografía, en los márgenes del teclado. No obstante, esto no es todo. Además tiene una capacidad dinámica notable, un nivel de detalle alto y una tasa de distorsión moderada cuando se nos va la mano con el volumen.
Su sonido tiene mucha calidad. Lo que más me ha sorprendido es la amplitud de su escena sonora
La única pequeña pega que puedo ponerle es que su extremo grave es modesto, pero es algo inevitable en un dispositivo tan compacto y no empaña en absoluto el gran trabajo que han llevado a cabo los ingenieros de Huawei en este ámbito.
Huawei MateBook X Pro (2022): la opinión y nota de Xataka
Me veo en la obligación de ser sincero: me va a costar desprenderme de la unidad de este portátil que nos ha cedido Huawei para que podamos preparar este análisis. Y es que, como hemos comprobado a medida que hemos ido indagando en la experiencia que nos propone, es un equipo perfectamente capaz de medirse de tú a tú con las mejores propuestas de marcas tan arraigadas en este mercado como lo son Lenovo, HP o Acer, entre otras.
Este MateBook X Pro rivaliza de tú a tú con las mejores propuestas de marcas como HP, Lenovo o Acer
De su retahíla de cualidades merece la pena que destaquemos su sobresaliente acabado, la altísima calidad de imagen global de su panel LTPS, el valor real que nos entrega el software Superdispositivo, la experiencia que nos proponen su cuidado teclado y su satisfactorio touchpad, y, por último, no puedo pasar por alto su sorprendente calidad de sonido. No es fácil rendir a este nivel en tantos apartados.
Sin embargo, como hemos visto, este equipo no es perfecto. No tiene grandes carencias, pero merece la pena que tengamos presente que en espacios muy iluminados pueden aparecer los siempre nada deseables reflejos, que no tiene una ranura para tarjetas SD ni una salida micro-HDMI, que en algún momento puntual el touchpad puede sorprendernos con una acción que no buscábamos, y, por último, que su autonomía cumple, pero no despunta. Aun así, es un equipo sobresaliente que merece la pena considerar siempre y cuando, eso sí, encaje en nuestro presupuesto.