Historia de los novios navideños
Importante es no olvidar que la relación tiene fecha de expiración. Al menos, ése es el acuerdo. Incapaces de llegar sin compañía a los múltiples eventos que trae consigo la Navidad hombres y mujeres caen en la tentación de hacer acuerdos para tener pareja solo por esa época. Y cuando el último pandero deja de tocar en el Viejo San Juan en enero, acaba la relación.
Qué pasa cuando acaba la fiesta. Quién sobrevive escenarios sentimentales en los que se busca una pareja temporal a conciencia u otras historias como las de aquellos que creen que están enamorados del primero que pase delante.
La consultora terapeútica Ruth McBride, quien lidera el grupo Solteros pero no solos, indica que ambos patrones se observan con frecuencia en esta época y ello responde a la extensión de las fiestas navideñas.
«San Valentín es solo un día pero nuestras Navidades son largas y en esa época, aún los que no son propensos a sentirse solos, pueden sentir lo que llamo soledad temporera. Es una época bien emocional y se agudiza esa carencia», indica McBride.
Parecería que inconscientemente te aferras a conseguir una pareja para esas fechas a como de lugar pero lo que esto realmente destapa es que «no has hecho la asignación de entenderte».
«Eso no es otra cosa que clarificar tu mente», explica McBride, «qué definición tienes de soledad, estar solo o sigues la del diccionario que es ser libre; son dos connotaciones distintas. Si la persona lo asume como carencia no como libertad puede salir corriendo a buscar pareja».
La consultora tiene su definición de soledad partiendo de los grupos que ha atendido. «Yo creo que soledad es preocupación por lo que no tengo: trabajo, dinero, amigos, pareja».
Y el propio solitario, después que pasa la etapa, se observa a la distancia como una persona muy diferente. En The Study of Loneliness, publicado por MIT Press, se señala que personas consultadas sobre la época de mayor soledad en sus vidas señalaron que: «en ese momento no era yo».
«El individuo asociado con la soledad es distinto al asociado con la compañía», indica el estudio, «esto implica que un individuo en soledad mantiene una organización de emociones, definiciones propias y definiciones de sus relaciones con otros y otras muy distintas a las que tiene cuando está acompañados. En ese momento es más seguro de sí».
Contrato por semanas
Pero hay momentos en que la soledad traiciona la seguridad. Con frecuencia McBride ve cómo personas se unen en la época navideña sabiendo que terminarán la relación cuando ese periodo concluya.
«Para mi es irreal, una relación fantástica, un autoengaño. Si están en las de brincar y saltar y la otra persona está en las mismas les irá bien un tiempo. Pero si lo haces cada vez que sientas la necesidad emocional de compartir con alguien será un patrón de resolver con curita lo que requiere operación. Esa actitud es una etapa que no dura toda la vida», insiste.
De igual modo alerta que en materia de sentimientos nada es controlable por completo. «Tienes que contar con la repercusión que esa «relación» tendrá porque aunque las dos personas entren con sangre fría, con todo bien calculado y estipulado, siempre hay uno que se engancha y entonces vienen los sufrimientos y más soledad».
En el caso del que sale desesperado y presto a enamorarse de cualquier persona en Navidad, la consultora recalca que no es algo estacional sino que seguramente lleva todo el año repitiendo ese comportamiento.
«No ha sabido manejar su estatus de soltería y en Navidad, con nuestros sentimientos, todo es a la décima potencia. Hacemos muchas cosas pensando solo en el momento y más adelante, en vez de sabernos bien nos va a saber mal».
Alerta McBride que tanto un hombre como una mujer que esté en ese continuo cambio de pareja, sabotea sus oportunidades de conseguir una relación estable en el futuro.
«No creo que las personas tengan que vivir vidas de santurrones y en un punto de madurez en sus vidas saben tomar decisiones y entender sus posibles consecuencias. Pero lo que no podemos hacer es minimizar los posibles efectos que puedan tener estos acuerdos de relación temporera. Hay gente que te dice que ha vivido relaciones con esos «privilegios» y que son un éxito pero nunca te habla de si puede manejar cuando las cosas no salen como pensó».
En ese momento, no hay contrato que expire.
Sin pareja en las fiestas
Plan preventivo
Si te angustia demasiado estar sola o solo en las fechas festivas, Ruth McBride te invita a planificar qué harás en las mismas de antemano.
«Ten una agenda de con quién pasarás desde las semanas antes ya sea familia, amigos o vecinos. Ten plan A, B y C. Si nadie te invita, inventa tú una reunión de amigos. No lo dejes a la casualidad», recomienda.