Spaghetti Junction

Hay gente pagando 10 euros por un tour turístico en una rotonda El motivo está bajo el demencial Spaghetti Junction

Hay rotondas… y rotondas, y la que está bajo el Gravelly Hill Interchange de Birmingham debe ser, como poco, tan imponente como el propio intercambiador. Hay algo fascinante en las imágenes de grandes carreteras. Imágenes de amasijos de asfalto y hormigón de 18 carriles como la monstruosa Highway 401 de Canadá o la 405 de Los Ángeles son magnéticas, pero si hay algo fascinante relacionado con las carreteras, son los intercambiadores. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

El motivo es que parece mentira que alguien se aclare cuando se mete en uno como el de Huangjuewan, en China. Es un intercambiador con 20 rampas de acceso que une tres autopistas y una carretera convencional que ha tenido que pintar muy claramente cada uno de los carriles para que los usuarios no se hagan un lío. Bien, pues en Birmingham hay uno similar.

Se trata del mencionado intercambiador de Gravelly Hill en la intersección de la autopista M6 y la A38 y es más conocido como Spaghetti Junction. ¿El motivo? Un artículo de finales de los años 60 en el que el editor del periódico municipal comentó tras ver los planos que el cruce parecía «una mezcla entre un plato de espaguetis y un intento fallido de hacer un nudo de Staffordshire».

Y lo cierto es que no le falta razón. Desde arriba, parece un lío, pero la planificación también tuvo que serlo. Costó 10,8 millones de libras -unos 180 millones de euros actuales-, se demolieron 160 casas, un bloque de apartamentos de lujo, una fábrica, un banco y un pub para dejar hueco a las 13.000 toneladas de acero y 175.000 metros cúbicos de hormigón.

¿El resultado? 18 carreteras, multitud de vías de acceso y 559 columnas de hormigón, algunas de ellas alcanzando los 24,5 metros de altura. La obra, a diferencia de otras muy traumáticas, no tuvo demasiados problemas y, con un diseño aprobado en 1968, la construcción terminó en 1972. Lo interesante de toda esta historia no es esa mole en la ciudad británica (que también), sino lo que hay debajo.

Y es lo que está empujando a que la gente pague 10 euros por un recorrido turístico de dos horas para conocer el interior del Spaghetti Junction.

 

Turismo debajo de un puente

La clave de todo esto es que Birmingham tiene muchos, muchísimos canales. Concretamente, más de 160 kilómetros de canales que empezaron a construirse en 1729 y que han sido una vía comercial importantísima. Si has visto la serie ‘Peacky Blinders’, seguro que recuerdas que parte del contrabando del grupo se movía por estos canales. En su apogeo, la red de canales tenía 257 kilómetros navegables y, como puedes adivinar, son un atractivo turístico.

Bien, debajo del cruce de la autopista hay:

  • Una rotonda.
  • Confluencias del río Tame, Rea y Hockley Brook.
  • Líneas ferroviarias de Cross-City, Walsall y Salford
  • Y la unión de los canales Grand Union Canal, Birmingham y Fazeley Canal y el Tame Valley Canal.
  • Viaducto elevado de Bromford.

Y las fotografías que hay de la zona no dejan lugar a dudas: es un paraje bastante curioso en el sitio más inesperado: «debajo de un puente». Desde la web de turismo de la ciudad, comentan que «puede que no sea un lugar convencionalmente bonito, pero este submundo urbano tiene una atmósfera única que hay que vivir para apreciar». Afirman que «es una visita obligada para los fotógrafos» tanto por las zonas verdes como por los canales y el arte callejero.

Además, algo interesante es que describen el paraje como distópico, y lo cierto es que no les falta razón. Como apuntan desde Motorpasión, el campamento masificado que se ve en la película ‘Ready Player One’ de Steven Spielberg se rodó en esta zona, donde también se han rodado otras películas y se celebran exposiciones de arte o eventos de danza.

Y, como todo, se puede monetizar, así que hay quien no ha perdido la oportunidad. Explore Birmingham tiene un tour de casi dos horas que, por unos 10 euros, permite realizar el recorrido de tres kilómetros en el que se explora «este extraordinario monumento» (si es que podemos denominar a un enorme cruce de carreteras con ese nombre). No hay baños, el terreno es irregular y se recomienda un calzado cómodo.

Las fotos no tienen mala pinta y… siempre es curioso comprobar el submundo que hay bajo este tipo de monstruosos cruces de carreteras. No es así en todos, pero desde luego en Birmingham hay quien ha encontrado un filón turístico.