La entrada al mercado laboral por parte de nuestros hijos también implica, en mayor o menor medida, una cierta independencia económica. Y, con ella, surgen las primeras dudas relativas a la declaración de la renta. ¿Qué ocurre si han encontrado trabajo, pero siguen viviendo en casa? ¿Podemos incluirlos en la declaración de la renta como lo hacíamos antaño?

Cuándo incluir a los hijos en la renta

Para poder incluir a nuestro hijo en la declaración de la renta, la primera condición que se debe cumplir es que este conviva con los progenitores. Y, además, que sea dependiente de ellos económicamente. En el caso de que, por ejemplo, nuestro hijo se encuentre estudiando en el extranjero, pero siga siendo dependiente nuestro, también se puede incluir en la declaración.

Otra condición que se debe cumplir tiene que ver con la edad. Para que un hijo pueda estar en la declaración de sus progenitores debe tener menos de 25 años. La única excepción es en caso de discapacidad igual o superior al 33%. Además, también se debe tener en cuenta la renta, puesto que esta no puede ser superior a 8.000 euros. De lo contrario, no se podría incluir en la declaración conjunta. Por último, tampoco se puede incluir a un descendiente si dispone de una renta superior 1.800 euros y ha presentado de manera individual la declaración.

Una de las dudas más habituales tiene que ver con los padres que ya no conviven juntos, por ejemplo. En el caso de que exista una separación, un divorcio o escenario similar, es el progenitor que tiene la guardia y custodia del dependiente el que puede aplicarse el mínimo por descendiente. En el caso de que la custodia sea compartida, se prorrateará a partes iguales entre los dos progenitores.

Además, un aspecto que no siempre se conoce es que este marco regulatorio no aplica únicamente a los hijos. También se mantienen las mismas condiciones en el caso de que se trate de un nieto que conviva con sus abuelos.

Cómo declarar las rentas de los hijos

Una vez despejada la duda, el siguiente paso es conocer cómo podemos declarar las rentas de los hijos en nuestro IRPF. En este caso, lo primero que tenemos que hacer es incluir a los mismos en el apartado de Datos identificativos, introduciendo el nombre, los apellidos y el DNI.

En el caso de que trabaje y la renta anual sea inferior a 8.000 euros, sus rentas del trabajo se sumarán a las del resto de la familia. Es decir, a efectos prácticos la cantidad percibida se sumará a lo ingreso por sus padres. Sin embargo, y pese a ello, como el IRPF se adecúa a cada situación, la Agencia Tributaria aumentará el mínimo personal y el familiar en función del número de hijos. Por lo que el tipo impositivo caerá y podremos obtener un resultado más satisfactorio para nuestra declaración.