Habla Traverso
En la sociedad sin utopías, el intelectual es espejo de esa impotencia: habla Enzo Traverso (1957) a Astrid Pikielny, del diario La Nación, Argentina. Historiador de las ideas, de la violencia a lo largo del siglo XX, del papel de los judíos en las vanguardias artísticas e intelectuales en el mismo siglo XX. Genovés, autor de una docena de libros fundamentales.
En la entrevista, Traverso retoma una idea apenas enunciada en La historia desgarrada. Ensayo sobre Auschwitz y los intelectuales: los intelectuales ya no son lo que fueron, hasta hace muy poco tiempo: el siglo XX. En lugar del sujeto crítico y autónomo que tomaba posición sobre los asuntos de la sociedad, ha aparecido el experto mediático, consagrado a la tarea de reforzar al establecimiento: especialista sin obra que le permita sostener sus argumentos, construido por los micrófonos, ajeno a los debates esenciales de la sociedad.
Los extremos de la desigualdad claman por la reaparición de voces que cuestionen y analicen el estado del mundo, y proyecten un pensamiento hacia el futuro. “Estamos viviendo la refeudalización del planeta. Esto amenaza la libertad, la democracia y la noción misma de ciudadanía. La defensa del principio de igualdad me parece una causa central.”
Producir ideas y conocimientos y, desde esa plataforma, tomar posiciones en el espacio público: tal el intelectual de hoy, según Traverso: alguien que mira los problemas de la sociedad y entienda que los mismos están inscritos en el mundo global. Que se resista a lo que representan las industrias culturales: la reificación del mercado y el capitalismo extremo. Plegarse a los modos de los medios de comunicación tiene algo escandaloso: equivale a una rendición. O a una renuncia cuyo resultado es el menoscabo, la destrucción del pensamiento.






