Gustavo Alfaro: Lo más fácil para un entrenador es el trabajo en la cancha; lo más importante está fuera
Gustavo Alfaro bien podría ya haber cumplido sus “últimos años” como director técnico. Al menos así lo creía hasta 2015, cuando a mediados se sinceró para la revista El Gráfico, entrevistado ampliamente por Diego Borinsky. Mas, el quincuagenario entrenador argentino fue presentado el miércoles como seleccionador de Ecuador, su primera experiencia a tal nivel.
Si bien su paso en 2019 por Boca Juniors significó un “masterado”, a criterio de Francisco Egas, presidente de la Ecuafútbol, las ideas del Lechuga (58 años) vienen desde antes y sus conceptos fundamentales están vigentes.
¿Quién es su mayor influencia como entrenador?
Yo no tuve un padre espiritual que me marcara un camino, por eso cuando llegué a Quilmes (1996) la primera vez, con 34 años, no sabía bien dónde estaba parado. Yo buscaba la verdad revelada del fútbol, que me dijeran cuál era la piedra filosofal, entonces empecé a buscar charlas con DT reconocidos.
¿A quiénes vio?
Conocí a (Carlos Salvador) Bilardo a través del Bambino (Juan Manuel) Pons. Luego me presenté un día en Estancia Chica y pregunté si podía hablar con (Carlos Timoteo) Griguol. Ahí fui solito. A partir de ese día se generó una relación muy linda y me decía que fuera más tiempo. A través de Lito Bottaniz conocí al Flaco (César Luis) Menotti y a Daniel Passarella, porque había sido su compañero en la Selección. Y al juntarme con Passarella en la selección conocí a (Américo Rubén) Gallego y a (Alejandro) Sabella. Cuando estaba en Quilmes compartíamos el hotel con Racing y pude charlar con (Alfio) Basile, luego conocí al Bambino y a (Carlos) Bianchi, a través de Daniel Comba. Todo ese tiempo a mí me sirvió para convertirme en un ladrón profesional. Ahí robé todas las ideas buenas que ellos tenían.
¿Cuáles son los atributos más importantes de un buen DT?
Primero, decir la verdad. Segundo: tener claro que el ámbito más sagrado del plantel es el vestuario y que ahí nace y muere todo. Y fundamentalmente tener la capacidad de convencer. Lo más fácil para los entrenadores es trabajar en el campo, todos lo hacemos de manera similar; lo más importante es el afuera, es cómo lograr la mentalización de un plantel, cómo transformar el yo en nosotros, cómo hacerles entender a los jugadores que son todos necesarios y ninguno es imprescindible.
¿Qué técnicos le gustan?
Para no caer en el lugar común de (Pep) Guardiola, te digo que me gustan (Carlo) Ancelotti y Joachim Löw. Su proceso en Alemania fue muy bueno, y ese lo vi desde el 2006 cuando fue ayudante de (Jürgen) Klinsmann y observé cómo le cambió la idiosincrasia al fútbol alemán aún con el peso en contra de (Franz) Beckenbauer y otros históricos. Y terminó con una versión mejorada a la de España 2010. Lo vi tomar decisiones importantes en un partido.
Su mayor virtud y su principal defecto.
Mi principal virtud termina siendo un defecto. Es mi obsesión por tratar de armar un equipo que sea competitivo y en la misma medida me reprocho cuando esos objetivos no se me cumplen, y entonces siento frustraciones muy grandes.
Alfaro es un técnico para equipo chico o mediano. ¿Verdadero o falso?
Falso. Pasa que este es un país (Argentina) de rótulos. Einstein decía que es mucho más fácil desactivar un átomo que un preconcepto. Uno arma el equipo con lo que puede. Nunca tuve la billetera más gorda, entonces muchas veces la cuestión pasa por saber de qué manera administras las chirolas (poco dinero) para armar un equipo competitivo. Después, por una sola experiencia, la que tuve en San Lorenzo (2005-2006, despedido), no se pueden sacar conclusiones definitivas.
¿Es usted frío o blando con el jugador?
Soy de hablarle permanentemente, más que nada porque mis hijas tienen la edad que tienen hoy (en 2015) los jugadores, 20 y 23 años, y me pongo en sus zapatos.
¿Tiene algún esquema táctico ideal?
No, el mejor técnico es el que encuentra la estructura ideal para los jugadores que tiene.
¿Hay mucha perorata en cuanto a la táctica?
No, para mí la táctica es importante, porque es la manera en que tú paras a los jugadores en la cancha, en que recuperas la pelota, en que administras, en las transiciones intermedias, en cómo generas el hábito dentro de un equipo. Todo eso es parte de la táctica.
¿Y la estrategia?
Es más amplio: cómo a través de la táctica estableces un plan para saber por dónde llegas a ganar o a perder un partido.
¿Hasta cuándo se imagina dirigiendo?
Siento que son mis últimos años dirigiendo, no mucho más, 4 o 5 ponle (era 2015).
¿Por qué? Es joven, tiene 52 años (cumplió 58 este mes)…
Pero empecé de muy chico. Y así como los jugadores en un momento dicen basta, los entrenadores también. Y cuando sienta que di todo, me iré. Ya dirigí en Primera, cumplí mi sueño, tuve la suerte de salir campeón (nacional e internacional), no me queda mucho más. Y trataré de irme de la misma manera en que aparecí: silbando bajo y en silencio.
Pero hay objetivos que no alcanzó: ganar una Libertadores, dirigir una Selección (hasta antes de llegar a la Tri)…
Si algo pendiente me queda, es ganar la Copa Libertadores. Me gustaría mucho.
¿Qué son los códigos de fútbol?
En el fútbol se habla de códigos, y códigos hay en la mafia y en el supermercado, los código de barras. Se los dije siempre a los jugadores. En el fútbol hay lealtades y traiciones, y tarde o temprano uno termina manifestándose de qué lado está. A los jugadores les pido que me paguen con la misma moneda con que yo pago. A mí no me gusta que me insulten, entonces no insulto; trato a todos con respeto y pido lo mismo hacia mí. Ahora, cuando siento que me traicionaste, te pego un tiro en la cabeza. De esa no tienes retorno, esperaré mi momento y tomaré mis decisiones.
¿A qué se refiere?
Osvaldo Zubeldía (desaparecido DT, triple campeón de la Libertadores con Estudiantes) decía que hay 364 días en que el equipo es de los jugadores y un día en que es del técnico: cuando decide quién se queda y quién se va del club.
Fuente: eluniverso.com
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Categorías:Actualidad
Etiquetas:Carlos Alfaro Moreno, Selección Ecuador