Güeros: Una rara, inteligente y divertida road movie del DF
Estar estáticos, sin saber qué hacer de nuestras vidas o a dónde dirigirnos, ver pasar día tras día sin que pase nada significativo. Todos hemos pasado por periodos así.
Entonces pasa algo, un detalle a veces mínimo o insignificante, que nos hace cambiar la perspectiva que tenemos de las cosas. Emprendemos así, un viaje que igual y no sabemos a dónde nos llevará o si será bueno o malo, aunque tenemos una certeza: No volveremos a ser los mismos. Si alguna vez te has sentido así, entonces la película Güeros te tocará.
Dicen que las buenas películas te dejan varios días pensando en ellas, pues tienen tantas lecturas que resulta complicado asimilarlas de golpe. Eso nos pasó con Güeros, película mexicana del director Alonso Ruizpalacios, que después de cosechar varios premios en distintos festivales internacionales de cine este fin de semana finalmente llega a las salas de nuestro país, .
La premisa de esta película podría parecer sencilla: Cansada de su mal comportamiento, la madre de Tomás lo envía a vivir una temporada con su hermano mayor que vive en la Ciudad de México. Acostumbrado a una vida cómoda en Veracruz, Tomás se ve viviendo con su hermano «Sombra» y su amigo Santos (cuyas vidas están en pausa por una huelga en la UNAM) en un departamento sin pies ni cabeza, donde carecen de luz eléctrica y el tiempo parece estar congelado. Es entonces cuando este trío se entera que Epigmenio Cruz, un legendario músico de los años 60 que vive en el olvido -y cuya música nunca escuchamos-, se encuentra internado en un hospital de la ciudad.
Cruz era el ídolo del papá de Tomás y Sombra, quienes al no tener otra cosa mejor que hacer, deciden ir en búsqueda del músico. Así inician un viaje que los llevará a recorrer varios puntos nada icónicos de la Ciudad de México.
Leída así, la historia de Güeros parece no ofrecer gran cosa. Sin embargo, conforme el espectador acompaña a los protagonistas en su aventura por la Ciudad de México, descubre que no sólo se encuentra ante una rara película mexicana, sino ante una propuesta inteligente, fresca y que es tremendamente divertida; una cinta sencilla y nada pretenciosa que no pretende otra cosa que mostrar lo qué ocurre cuando decidimos salir del círculo de apatía en el que nos encontramos.
¿Una road movie en la Ciudad de México? ¿Y por qué no? Esta ciudad ofrece, como pocas en el mundo, una diversidad de escenarios y atmósferas tan contrastantes entre sí, que resulta toda una delicia verlos al servicio de la historia. Güeros se aleja de las locaciones comunes que hemos visto decenas de veces en el cine mexicano, y nos entrega una nueva colección de rincones entrañables y poco conocidos del Distrito Federal, de esos que no aparecen en las guías turísticas convencionales pero que son los que marcan el verdadero ritmo de esta urbe.
La película está filmada en blanco y negro, factor que junto con la música de Agustín Lara le dan un aire nostálgico y atemporal a la historia. Lo mismo hay guiños a las huelgas que han tenido lugar en la UNAM, o se hace referencia a un reality show que tiene embobada a la población.
Todo esto mientras Tomás y compañía siguen la pista de Epigmenio Cruz, y en el camino se topan con Ana, amiga de Sombra y Santos, que se encuentra involucrada con la huelga estudiantil pero que continuamente tiene diferencias con los líderes del movimiento. Si la llegada de Tomás fue capaz de sacar a Sombra y Santos de su letargo, la llegada de una mujer a este peculiar grupo hace que entre todos se compenetren y acompañen en sus respectivas confusiones.
Otro factor interesante, son los pasajes de la cinta donde se hace mención a la huelga de la UNAM (ficticia, ya que repetimos, la cinta no está ubicada en algún periodo en específico), que nos dan una visión de lo que ocurre detrás de un movimiento con estas características, donde se escuchan voces contradictorias y hay tantos intereses, que el rumbo de la lucha se termina perdiendo. Sí, de nuevo la confusión se hace presente en la historia.
Güeros es protagonizada por Sebastián Aguirre, Tenoch Huerta, Leonardo Ortizgris e Ilse Salas, quienes antes de comenzar a filmar realizaron vario ejercicios para crear química entre ellos y eso se nota en la pantalla. Los cuatro manejan un timing casi perfecto, elemento indispensable para que la comedia de esta cinta sea efectiva y el espectador la asimile de forma natural.
En la transición del «no pasa nada» al «pasa todo» de la historia, la película nos plantea de forma sutil varias críticas a los distintos grupos que conforman la sociedad mexicana actual, mediante el uso del humor como herramienta, y que va desde la clase intelectualoide de los círculos culturales, los habitantes de los barrios bajos o los grupos polarizados de los movimientos sociales.
Mientras siguen su camino hacia ninguna parte, el espectador descubre que Güeros también es una película que habla de la búsqueda de un vínculo casi perdido entre un hijo con su padre, de la extraña relación entre los hermanos, de la amistad, o de las segundas oportunidades que a veces tienen las historias de amor.
Pero ante todo, esta película nos enseña la importancia de ver lo que hay detrás de las cosas, y de que hay quienes en lugar de viajar, se contentan con ver pasar los trenes.
Aquí la lista de salas donde se exhibirá Güeros:
Por acá puedes escuchar Azul, el tema principal de esta película, interpretado por Natalia Lafourcade.