El serbio Novak Djokovic, número uno mundial, ganó ayer el Masters de Londres por una lesión en la espalda que impidió a su rival, Roger Federer, ni siquiera salir a jugar en el O2.

“No estoy en condiciones de jugar. A mi edad sería demasiado arriesgado”, declaró Federer, de 33 años, micrófono en mano, en la pista donde debía actuar.

A partir del viernes, Federer tiene previsto jugar con el equipo de Suiza en la final de la Copa Davis, ante Francia.

“Lo siento mucho por Roger”, dijo Djokovic tras recoger su cuarto trofeo que lo acredita como maestro, “si él hubiera podido salir y jugar lo hubiera dado todo”.

Djokovic y el británico Andy Murray, que gentilmente aceptó, disputaron un set de exhibición para los 20.000 espectadores que llenaron el O2 ayer.