Ex miembro de la FEF vincula a Luis Chiriboga con el coyoterismo

Luis Castro Espinoza fue parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF). Ocupó el puesto de relacionista público en Quito. El experimentado periodista deportivo (no ejerce en la actualidad) analiza la presidencia de Luis Chiriboga. No olvida el tema del coyoterismo.Castro no se considera ni amigo ni enemigo de Chiriboga. “Me es indiferente su poder y vanidad”.

El periodista deportivo, de 68 años de edad, tiene un concepto diferente de Luis Chiriboga antes y después de que fuese directivo.

“Era un gran trabajador, un ingeniero dedicado a sus obras. Ayudó a su madre en la crianza de sus hermanos ya que su padre falleció. Un hombre respetable. Ahora es un prepotente. Quiere tener la razón en todo”.

¿Cómo califica usted la presidencia de Luis Chiriboga?

Ha hecho un buen trabajo en cuanto a los logros obtenidos. Marcó hitos, cambió la historia, pero se aprovechó, adquirió demasiado poder. Se ha vanagloriado diciendo que tiene más dominio que el Presidente de la República.

Él (Chiriboga) tiene agarrados a todos los presidentes de los clubes, con una mirada les obliga a levantar la mano. Todos los dirigentes le tienen miedo, piensan que van a perder viajes, viáticos, las invitaciones permanentes.

¿En el tiempo que usted fue parte de la FEF evidenció corrupción?

Sí. Por ejemplo, la lista de invitados a los viajes, ese fue el punto de origen del coyoterismo. El que calificaba era (Luis) Chiriboga, él y el secretario Francisco Acosta, mientras que el que elaboraba las listas era Vinicio Luna. Ellos se inventaban la forma de ir a la Embajada y presentar a los candidatos para viajar con la FEF. De esta manera, se les restaba posibilidades a los dirigentes. Eso fue comprobado, por eso estuvo preso Luna.

Antes de iniciar la entrevista nos dijo que Vinicio Luna, estando preso, seguía recibiendo un sueldo de la FEF.

Sí le pagaban. No sé cómo justifique la Federación, pero tienen todo al día. Claro, como él (Chiriboga) manda en la organización, él sabe cómo arreglar. A Luna le pagaron su salario permanentemente y desde la cárcel él escribía calendarios de juegos y sistemas de reglamentos.

¿Cuáles son los puntos altos en la presidencia de Chiriboga?

Dio apertura a dirigentes de otras provincias para que puedan participar de la torta de la FEF. Están las clasificaciones a los mundiales que no se lograban antes, eso es importantísimo.

¿Y si hablamos de puntos negativos?

La prepotencia. Él (Chiriboga) llamó incluso a medios de comunicación para pedirles que boten a periodistas. Se cree que es intocable. No ha hecho nada por la economía de los clubes. Mantiene subyugados a los dirigentes y a las asociaciones, entidades que no deben existir.

¿Con lo último que menciona, entiendo que usted se alinea a la idea de la Liga Ecuatoriana de fútbol?

Eso es importantísimo para que en forma autónoma se manejen los equipos, para que sean dueños de su producto. Son los presidentes de los clubes los que ponen recursos.

¿Considera que Luis Chiriboga debe seguir al frente de la FEF?

No. Yo creo que debe terminar su etapa. Deben llegar caras nuevas. Tiene que terminar esta dictadura porque ha cometido muchos abusos. Debe haber un cambio total en la FEF.

¿Qué le pasaría al fútbol ecuatoriano si él (Chiriboga) sigue al frente?

Van a seguir mandando y haciendo las cosas como las vienen haciendo. Todo lo tienen calculado, por eso no quieren dejar el trono. Esto le ha dado dinero, fama, viajes y todo. Tendremos que seguir soportando esta dictadura y todo indica que va a seguir así.

¿Si lo tuviera al frente a Luis Chiriboga qué le diría?

Que deje de ser prepotente, que vuelva a pisar el suelo, que vuelva a ser lo que fue antes de encumbrarse en la dirigencia del fútbol ecuatoriano.

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Periodista deportivo
Datos biográficos

° Nombre: Luis Castro Espinoza
° Lugar de nacimiento: Loja
° Edad: 68 años
° Experiencia: Hizo prensa, radio y televisión.
° Cargos que ocupó: Presidente de la APDP y UNP.

Tome Nota
Luis Castro fue relacionista público en Quito de la FEF, del 2002 al 2009.

Fuente: La Hora