La subida del Salario Mínimo Interprofesional ha sido uno de los temas de mayor relevancia en los últimos meses en materia laboral. Las discrepancias que han existido desde el comienzo de las negociaciones hasta su aprobación final han sido una constante y, de hecho, una vez ratificado por el Consejo de Ministros, la polémica no ha terminado.

Este 2025 pasará a la historia por ser el primer año en el que la subida del SMI no llega acompañada de la correspondiente subida del umbral exento de IRPF. Es decir, las personas que perciban el SMI, tendrán la obligación de pagar IRPF, puesto que superarán el máximo de los 15.876€ que ya fijó Hacienda en la anterior subida. Aunque, como siempre en materia tributaria, deberemos estudiar los matices de cada contribuyente para conocer exactamente cómo la subida puede impactar en el IRPF, ya que no afectará a todos por igual.

La subida tendrá carácter retroactivo

Los trabajadores que hasta ahora percibían el SMI anterior, verán en esta nómina un incremento en su nómina de 100€ brutos. Pese a que el SMI ha subido en 50€ distribuidos en 14 pagas, el Consejo de Ministros lo aprobó con carácter retroactivo. Por lo que en la próxima nómina se debería de reflejar el incremento salarial acumulado en lo que va de año.

Para los trabajadores que reciben 12 pagas, el aumento será de 58,34€ al mes. Por lo que la nómina de febrero debería de verse incrementada en algo más de 116€. El Gobierno ha calculado que esta medida beneficiará, aproximadamente, a algo más de dos millones y medio de personas. Pese a ello, los términos netos varían de forma considerable, como ya hemos anticipado.

No es ninguna novedad que la subida tenga carácter retroactivo. De hecho, es una práctica bastante habitual. No obstante, esto no quita que sea una excelente noticia para todos aquellos trabajadores que van a poder disfrutar de un extra de poder adquisitivo desde la próxima nómina y que seguro que agradecen para hacer frente a todos sus gastos del día a día.

El SMI tributará IRPF

El aspecto negativo llega de la mano de la tributación del IRPF. La subida anterior del SMI impactaba directamente en las cuentas del trabajador, al estar exento de IRPF. En esta ocasión, al menos de momento, no será así. Las empresas deberán descontar algo más de 20€ por el incremento salarial. Por lo que los trabajadores podrían percibir, si hablamos de términos netos, una cifra cercana a los 28€.

Como sabemos, el IRPF no es estándar y tiene diferentes deducciones que se aplican en función de nuestra situación personal y familiar. Los más afectados por esta medida serán los solteros sin hijos, puesto que son el colectivo que no cuenta con ningún tipo de deducción fiscal aplicable, es decir, son los que reciben la totalidad del gravamen.

Como hemos podido comprobar, un grupo de trabajadores podrá disfrutar de un incremento bruto en su nómina de 100€ desde la próxima fecha de cobro. A partir de entonces, se estabilizará en los 50€ ya mencionados. La retribución neta, sin embargo, variará en función de la situación del contribuyente en todos los casos.