Windows nos ofrece un amplio menú de configuración con el que poder optimizar al máximo el rendimiento de nuestro equipo. Pero, ¿sabes cuáles son los ajustes que mayor impacto pueden tener?. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Optimizar el rendimiento de nuestro ordenador es una de las claves para poder garantizar la mejor experiencia de usuario posible. En contra de la creencia general, no siempre los problemas de rendimiento se solucionan sustituyendo los componentes de nuestro PC. En muchos casos, también se consigue realizando unos ajustes adecuados que nos permitan poder exprimir al máximo todo su potencial.

A continuación te contamos cuáles son los principales ajustes que siempre debes tener bajo control. Además de los diferentes consejos que pueden ayudarte a interiorizar una serie de buenas prácticas para poder mantener el rendimiento de tu ordenador al mejor nivel

Primeros ajustes

En primer lugar, es importante deshabilitar los programas de inicio que son innecesarios. Seguro que tienes algún programa instalado en el ordenador que no utilizas habitualmente, pero, pese a eso, siempre que reiniciar el ordenador se inicia. Para evitar que aplicaciones que no utilizas se inicien automáticamente, debes seleccionar el menú de “Inicio” de tu ordenador, acudir a “Configuración”, “Aplicaciones” e “Inicio”. Allí encontraremos todas las aplicaciones de inicio, siendo necesario deshabilitar cada una de ellas para evitar un consumo de recursos innecesario.

El almacenamiento de tu equipo es otro de los aspectos que puede provocar una mala experiencia. Por ello, siempre debes verificar si te has quedado con poco almacenamiento en el disco, para poder liberar espacio. Desde el menú de “Ajustes” puedes acceder a “Configuración”, “Sistema” y “Almacenamiento”. Este es otro de los menús de ajustes en los que debes fijarte.

Es recomendable, además, desactivar las animaciones y los efectos visuales siempre que no sea necesario. Si accedemos al menú de Buscar y escribimos la palabra “rendimiento“ vamos a poder seleccionar “Ajustar la apariencia y el rendimiento de Windows”. En la pestaña de “Efectos visuales”, tienes que seleccionar “Ajustar para obtener el mejor rendimiento“ y, a continuación, “Aplicar”. Tras reiniciar el ordenador, veremos el cambio que podemos notar a nivel de rendimiento.

Por último, también es importante lo relativo a la sincronización de OneDrive. Teniéndola habilitada, cualquier archivo que dejes en tu escritorio o en alguna de las carpetas van a subirse automáticamente al disco duro virtual. Sin embargo, para que la sincronización se realice, también requiere de un cierto consumo de recursos. Deshabilitándolo y haciéndolo de manera manual, vas a poder ahorrar una buena cantidad de recursos que podrás dedicar a cualquier otra tarea.

Más consejos

Además de todo lo anterior, también es importante prestar atención a otros aspectos. Por ejemplo, es muy habitual ir acumulando pestañas y programas en segundo plano que, sin darnos cuenta, van acumulando recursos. Incluso si no las estamos utilizando.

Para poder solucionar esto, lo mejor que puedes hacer es interiorizar el hábito de abrir únicamente aquellos programas que vas a necesitar y, una vez hecho, cerrarlos acto seguido. De este modo, evitaremos un consumo de recursos innecesario. Además, también es importante reiniciar nuestro de vez en cuando para evitar ciertas ralentizaciones.