Es probable que tu navegador de preferencia sea Chrome. Simplemente por estadística: el de Google es el navegador más usado con diferencia, ocupando un 65% de cuota de mercado el pasado mes, según Statcounter. Si eres usuario de Google Chrome y te preocupa salvaguardar tu privacidad y seguridad mientras navegas por Internet, hay algunos consejos que pueden venirte muy bien a modo de higiene digital.

No solo son buenas rutinas para buscar protección, sino que también son aconsejables cuando no nos gusta que nos envíen anuncios personalizados o que recojan datos de carácter comercial. Por ello, a continuación te explicamos estas cinco cosas que puedes hacer para que Chrome sea tu aliado manteniéndote a salvo por la red, continuamente azotada por hackers y actores peligrosos.

Activa la protección mejorada y conexiones seguras

Lo primero que podemos hacer es aprovechar una herramienta de Chrome y, por tanto, desarrollada por la propia Google, para garantizar nuestra seguridad respecto a sitios webs sospechosos. Se trata de la protección avanzada.

Es una herramienta que pone en disposición del usuario tres modos de protección: sin protección, protección estándar y protección avanzada. La protección estándar, por un lado, protege al ordenador frente a páginas webs, descargas y extensiones maliciosas. Este modo te avisa de un posible peligro en el momento en que ocurre.

La protección avanzada, sin embargo, hace todo lo de la protección estándar y además te avisa de si alguna de tus contraseñas ha sido encontrada en una filtración. También envía las URLs de los sitios webs al servicio ‘Navegación segura’ para comprobar si alguna de ellas aparece en la lista de webs maliciosas. La alerta de contraseñas filtradas es una herramienta útil que también ofrecen los dispositivos de Apple. El usuario puede ir a la cuenta y cambiar su contraseña para que la que aparece en la filtración deje de poder ser explotada por algún cibercriminal.

Para activar la protección avanzada, hay que dirigirse a Configuración, escribir «seguridad» en la barra de búsqueda, y hacer clic en la opción de Seguridad. Ahí, podemos pulsar sobre protección mejorada. La única contrapartida de esta opción es que sí requiere enviar datos de navegación a Google, para comprobar si la web ha sido etiquetada por la empresa como maliciosa.

Además de esto, en la misma página en la que configuramos la protección mejorada, podemos hacer scroll hacia abajo e ir a Configuración avanzada. Ahí, podemos activar «usar siempre conexiones seguras». Esta opción aplica una capa extra por la que se le pregunta al usuario si está seguro de acceder a un sitio web cuando este siga el protocolo HTTP en lugar del HTTPS, siendo el segundo el más moderno y seguro.

Utiliza solo extensiones de confianza

Al igual que en otros navegadores, existen cientos de extensiones disponibles para descargar e instalar en Google Chrome, permitiendo diversas funciones útiles. Un ejemplo de estas son los conocidos bloqueadores de publicidad. Sin embargo, es posible que algún desarrollador haya logrado incorporar código malicioso en una de ellas sin que haya sido detectado por Google.

Por ello, cuando queramos instalar una extensión, es necesario que hagamos antes al menos una pequeña investigación para saber si la desarrolladora es confiable o no. Lo primero que podemos hacer es ver si el desarrollador es el propio Google o un tercero conocido, como Microsoft. Si no es el caso, una posible idea sería buscar comentarios o reseñas en algún foro, para ver si la gente ha tenido una experiencia positiva con la extensión. Además, esta debería de estar disponible en la tienda oficial de Chrome. No es recomendable descargarla de un sitio distinto.

También podemos dar por sentado que una extensión es segura si aparece en una de las listas editoriales de Google, ya sea en una lista de favoritas, recomendadas, de recomendaciones personalizadas para el usuario o de colecciones temáticas.

Desactiva los rastreadores publicitarios y las cookies de terceros

Google cimentó su negocio sobre los beneficios por publicidad, pero la preocupación creciente por la extracción de datos a la que nos vemos sometidos ha obligado a las tecnológicas a ofrecer la opción de salir de este sistema de anuncios personalizados.

Si no te interesa recibir anuncios basados en tus intereses y tampoco quieres compartir ningún dato innecesario con Google, hay tres opciones que puedes desactivar: Temas de anuncios, Anuncios sugeridos por sitios y Medición de anuncios. Google utiliza tu historial y actividad dentro de los sitios web para generar un perfil sobre ti. También comparte datos con otras empresas para que puedan conocer la efectividad de sus anuncios sobre el usuario.

Para desactivar estas opciones, vamos a Configuración y escribimos «publicidad» en la barra de búsqueda. En el listado que aparece, vamos a ‘Privacidad en la publicidad’ y ahí podremos modificar el estado de las tres.

Paralelamente, podemos también bloquear las cookies de terceros para evitar que las webs que visitamos inyecten rastreadores en Chrome. Para ello, en el listado que veíamos antes, vamos a Cookies de terceros y seleccionamos «bloquear cookies de terceros». Hay que tener en cuenta que las funciones de algunos sitios pueden dejar de funcionar, o que algunas webs, directamente, nos nieguen la entrada alegando que no pueden visualizarse correctamente sin el uso de estas cookies. Dependiendo del desgaste que esto suponga para el usuario podrá decidir por mantenerlas desactivadas o activarlas solo para sitios webs determinados.

En la lista de Chrome «sitios que pueden usar cookies de terceros» podemos añadir sitios webs que nos guste usar habitualmente para que no aparezcan problemas de incompatibilidad en ellos.

No uses su gestor de contraseñas nativo

Los expertos siempre recomiendan usar un gestor de contraseñas para facilitar el uso de claves diferentes para cada cuenta sin que se nos olvide ninguna. Además de hacer que no se nos olviden, facilitan la introducción de la misma de manera automática, lo que resulta muy cómodo. Google Chrome tiene su propio gestor de contraseñas, pero algunos medios especializados no recomiendan usarlo.

Este gestor va incorporado en el propio navegador, por lo que si algún hacker lograse ganar control del programa, lo tendría más fácil para acceder al gestor. Por ello, es preferible usar un gestor de contraseñas externo de un desarrollador reconocido. Por ejemplo, Bitwarden o Dashlane. Si abrir el programa cada vez que necesitamos una contraseña es engorroso, podemos buscar la extensión oficial del gestor en la tienda de Chrome.

Google solicita por defecto permiso para recordar todas las contraseñas que introducimos. Para desactivar esto, podemos escribir en la barra de dirección: chrome://password-manager/passwords, ir a Configuración, y desactivar la opción «Preguntar si quiero guardar contraseñas».

Borra los datos que dejas al navegar

Conforme usamos el navegador, Chrome va recogiendo todo tipo de datos como cookies, historial de búsqueda, imágenes y archivos en caché, contraseñas (si no lo hemos desactivado en el paso anterior) y datos de inicio de sesión, entre otros.

Todos estos datos pueden ser utilizados por webs y plataformas para crear un perfil sobre ti con el que enviarte anuncios personalizados u otras finalidades, como estudiar qué tipo de público les visita, etc.

Si reducimos la cantidad de datos guardados por el navegador, reducimos las posibilidades de que actores maliciosos puedan usarlos en nuestra contra. Podemos habituarnos a limpiar los datos de navegación de manera rutinaria, aprovechando las diversas opciones de Chrome, que permiten borrar datos de las últimas 24 horas, última semana, último mes o todos. Así, para eliminar esta información, podemos ir de vez en cuando al menú de los tres puntos en la esquina superior derecha y seleccionar ‘Borrar datos de navegación…’. Ahí, podremos escoger específicamente qué borrar y desde cuánto tiempo atrás.