Este jueves, la capital de Manabí cumple 485 años de fundación española y entre sus desafíos está la dotación de servicios básicos óptimos y de calidad para sus más de 340 000 habitantes.

El terremoto del 16 de abril de 2016 cambió la fisonomía en el centro de la ciudad, pero hay pendientes correspondientes al plan Priza en la zona comercial de Portoviejo.

El alcalde Agustín Casanova cree que se deben adoptar modelos de gestión que permitan la solvencia de los territorios, que en caso de la ciudad, la intención es convertirla en la más linda para vivir, creando espacios verdes, oportunidades de trabajo, con servicios digitales y con espacios para la inversión.

“Apuntamos a tener ciudadanos de primera, no de segunda, por la dotación de servicios y por el respaldo institucional”, manifiesta Casanova.

El vicealcalde Erwin Valdiviezo indica que la ciudad aspira a convertirse en la primera del país que cuente casi en su totalidad de servicios de agua potable y alcantarillado.

En este sentido, el municipio contará con $122 millones, la mayoría obtenidos de organismos multilaterales y para servir a las parroquias rurales de Riochico, Pueblo Nuevo, Alhajuela, San Plácido, Chirijos, Crucita y Abdón Calderón, además de la parroquia urbana Colón.

Carlos Lara, secretario municipal de Inversiones y Gestión de Financiamiento, señala que la ciudad se muestra abierta a la inversión privada, que hay planes de construcción de hoteles de primer nivel.

Portoviejo también aspira a desarrollar un plan para el tratamiento de aguas residuales. “Tenemos apoyo de la Corporación Andina de Fomento y la Agencia Francesa y tenemos acompañamiento de la iniciativa privada”, recalca Lara.

En el Plan de Reconstrucción Integral de las Zonas Afectadas por el terremoto del 2016 (Priza) hay pendientes, como el soterramiento del cableado eléctrico y de telefonía, además la regeneración de nueve manzanas del casco urbano. El costo bordea los $10 millones.

Francisco Bravo, integrante del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, dice que la Fiscalía recibió una denuncia por presunta delincuencia organizada por el aparente mal manejo de los recursos de los fondos de la reconstrucción.

El analista político portovejense Mario Villavicencio señala que es necesario un modelo económico que ayude al desarrollo local. Sostiene que una ciudad golpeada por un terremoto tuvo inversiones en obras que no eran prioritarias o no eran las más idóneas.

“Debemos entender que para recuperarnos debemos volvernos localistas”, opina y sostiene que ve positiva la promoción turística de la ciudad.Geovanny Bravo, comerciante de la calle Pedro Gual e integrante del colectivo Unidos por Portoviejo, indica que en las alrededor de doce manzanas del área conocida como Zona Cero, laboraban cerca de 1600 expendedores, pero que hoy no superan los 200. Espera un mejor futuro para su ciudad. (I)