La selección de España recuperó este domingo la confianza gracias a una goleada por 4-0 sobre Luxemburgo y puso paños fríos al clima de incertidumbre en el inicio de la fase de clasificación para la Eurocopa 2016.

El equipo conducido por Vicente Del Bosque se recuperó de la derrota del jueves por 2-1 contra Eslovaquia y sumó su segundo triunfo en el Grupo C.

El equipo ibérico, que intenta defender la doble corona europea conseguida en las ediciones del 2008 y 2012, cumplió con el objetivo trazado y recuperó la confianza en su juego, pese a que se enfrentó al rival más débil de la zona.

España comparte con Ucrania el segundo puesto de la zona, tres puntos por debajo del líder Eslovaquia, que se impuso por 3-1 sobre Bielorrusia como visitante.

El protagonista que quizás sacó más rédito del encuentro fue el delantero Diego Costa, quien logró anotar el primer gol de su carrera con la selección española, en el minuto 69m, y le puso fin a una racha de 516 minutos sin poder anotar un gol con el combinado nacional.

David Silva (27m), Paco Alcácer (42m) y el debutante Juan Bernat (87m) anotaron los goles restantes del conjunto español, que incluso pudo haber cosechado un triunfo mucho más abultado.

Del Bosque decidió afrontar el partido con la idea de una revolución en su once inicial. La frustración de la derrota contra Eslovaquia condujo al técnico español a realizar cuatro cambios respecto al último partido.

Iker Casillas, protagonista de un grueso error ante los eslovacos, perdió la titularidad y fue reemplazado por David De Gea, mientras que Marc Bartra, Alcácer y Dani Carvajal jugaron desde el inicio, en reemplazo de Cesc Fábregas, Raúl Albiol y Juanfran.

Además, Del Bosque cambió el dibujo: abandonó el 4-2-3-1 y apostó por un 4-3-1-2, con Alcácer y Costa, dos hombres de área, como referencia ofensiva.

Después de un inicio relativamente disputado, España encontró la ventaja en el marcador gracias a la calidad técnica de sus representantes.

Silva abrió la cuenta con un golazo desde fuera del área y Alcácer, que ya suma tres goles en la selección, aumentó poco antes de llegar al descanso.

El segundo tiempo tuvo como protagonista principal a Costa, el mismo que en la primera mitad erró de manera insólita un mano a mano en absoluta soledad y que parecía ya enloquecido ante su sequía goleadora.

El atacante de origen brasileño rompió su maleficio en una jugada llena de rebotes e intentos frustados de despeje de su rival. El atacante del Chelsea recibió un pase de Sergio Busquets y definió con una volea violenta. No hubo celebración por parte del delantero, sino gesto de desquite.

Ya en el desenlace del encuentro, dos debutantes en la selección, Rodrigo y Bernat, protagonizaron la mejor jugada del partido: asistencia mágica del delantero y una gran definición de zurda a la red del lateral del Bayern Munich.