La Navidad ya está aquí y en las últimas semanas no son pocos los coches que vemos convertidos en auténticos trineos con ruedas. Para ello, los dueños los decoran con una mítica nariz roja en la parrilla delantera y unos llamativos cuernos de reno que asoman por las ventanillas laterales.
Esta moda, que en los últimos años se ha popularizado enormemente y que a los más pequeños les encanta, puede llevar consigo un problema legal.
La Dirección General de Tráfico (DGT) no tiene una norma específica que prohíba literalmente los cuernos de reno, pero sí cuenta con un reglamento estricto sobre lo que puede y no puede sobresalir de un vehículo. En el peor de los casos, la broma navideña podría salirte por una multa de hasta 200 euros.
Qué dice la normativa sobre los cuernos de reno
El Reglamento de Circulación es lo que determina si este adorno de Rudolf es legal o no. Según fuentes jurídicas y la normativa de tráfico, existen tres puntos clave en los que un agente podría basarse para multarte estas navidades:
- Aristas vivas y salientes (Artículo 14): La ley prohíbe que los vehículos lleven en su exterior objetos que tengan aristas salientes o que puedan ser peligrosos para los peatones en caso de atropello o roce. Si tus cuernos de reno son rígidos o tienen elementos que puedan engancharse, estás incumpliendo la normativa de seguridad de la carrocería.
- La visibilidad del conductor (Artículo 19): Todo accesorio que obstaculice la visión del conductor es motivo de sanción. Si los cuernos de reno, al ir anclados a las ventanillas, limitan tu ángulo de visión lateral o interfieren con los espejos retrovisores, la multa es segura. Por suerte, raro sería el caso que suceda esta, ya que suelen ir colocados arriba y no molestan para nada.
- Riesgo de desprendimiento: Aquí entra el sentido común y la seguridad vial. Si el adorno no está perfectamente anclado y sale volando a 120 km/h en la autopista, se convierte en un proyectil que puede causar un accidente grave. Según el reglamento, cualquier carga o accesorio debe estar sujeto de tal forma que no pueda caerse o desplazarse.
¿De cuánto es la multa?
La cuantía puede variar. Si el agente considera que el adorno supone un riesgo leve para la visibilidad o la estructura, la sanción suele ser de 80 euros. Sin embargo, si se considera que el objeto es peligroso por sus aristas o por el riesgo inminente de caída, la cifra asciende a los 200 euros.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que, más allá de la normativa, los agentes pueden hacer la vista gorda debido al periodo navideño en el que estamos. En cualquier caso, lo mejor es no jugársela y no tentar a la suerte.
Riesgos de llevar estos adornos
- Por un lado, está la evidente resistencia al viento que generan, ya que sobresalen por las ventanas. Y esto es algo para lo que el coche no está preparado.
- A altas velocidades, estos adornos generan un ruido aerodinámico (silbidos o vibraciones) que pueden ser muy molestos para el conductor.
- La presión del aire sobre el plástico puede acabar dañando las gomas de las ventanillas o incluso provocar que el cristal no cierre herméticamente. Y esto, teniendo en cuenta los días de lluvia por los que estamos pasando, podría hacer que se filtrase el agua al habitáculo.
- Y no hay que olvidarse de que distraen al resto de conductores. Nos pasa a todos: vemos un coche con cuernos de reno y una graciosa nariz y nos quedamos parados mirándolo. Y todo esto mientras conducimos, lo que supone un gran riego.
