Entrevista a titular de la Senescyt, tratando temas de la educación superior. SNNA
Ajustes en el sistema de asignación de cupos, nueva propuesta para la entrega de becas y otra visión de lo que son los institutos técnicos y tecnológicos.
Esos son los tres puntos en los que se ha concentrado la Secretaría Nacional de Educación Superior (Senescyt), en estos primeros seis meses de trabajo.
Augusto Barrera, su titular, hizo un balance de esa gestión.
¿Cuántos cupos para instituciones de educación superior públicas se incrementaron en este período?
En este semestre incrementamos en 32% la oferta de cupos en universidades.
¿Cuál fue el cambio en el método de asignación?
Las dos convocatorias anteriores fueron un desastre, esta idea de tener 15 opciones fue un caos.
Hubo un montón de cupos sin personas y un montón de personas sin cupos.
La idea era que el bachiller no tuviera un número límite de opciones a las que postular.
¿Qué pasó?
Al ampliar al infinito el número de carreras a las que pueden postular (de modo digital), es como que el joven usara los espacios en la ventanilla e hiciera que los de atrás se rezagaran.
Y si en el último día para aceptar un cupo dice ‘no quiero’, provoca que quien sí lo buscaba ya no se interese.
En el segundo proceso de su gestión, ¿cuántos cupos se aceptaron?
Esta vez la ‘eficacia asignativa’ (como se le llama) llegó al 95%.
Eso quiere decir que ese porcentaje de cupos ofertados fue aceptado por estudiantes.
En semestres anteriores llegamos al 65% y 70%.
¿Medicina y Administración de Empresas son aún las más demandadas?
Sí, pero paulatinamente vamos a cambiar eso.
Ya abrimos la nivelación general, una oferta de campaña, para que quienes se quedaron sin cupos mejoren sus capacidades.
¿Cuántos chicos son?
35 000 chicos.
No es que con eso vamos a cerrar la brecha, pero ayudará para que tengan un mejor desempeño en la próxima evaluación.
Incluso, hay un componente de orientación vocacional.
Esos 35 000 jóvenes, ¿son todos los que se quedaron sin cupos en años anteriores o solo tras el más reciente Ser Bachiller?
Este es el pasivo real, muchos postulan pero al final no cierran todo el proceso.
Luego del último Ser Bachiller tuvimos una mayor oferta que demanda.
Calcularía que es la expectativa no satisfecha en la última corte, en la que no solo había bachilleres recién graduados sino personas de postulaciones anteriores.
En otro tema, quienes obtienen los mejores puntales del Ser Bachiller integran el Grupo de Alto Rendimiento (GAR), que recibe becas internacionales.
¿Seguirán con eso?
El tema de becas estamos pensándolo muchísimo.
Una beca de pregrado GAR en el extranjero al país le cuesta USD 140 000, incluso hasta USD 204 000 por estudiante.
Mientras becarlo en una privada local cuesta menos.
¿Cuál es el problema?
Este es un tema delicado.
Pero los becarios GAR están en los quintiles 4 y 5 de la gente más rica del país y se concentran en Quito y Pichincha.
Es injusto continuar el programa así, mientras un joven de un barrio pobre tiene problemas para ir a estudiar a Latacunga.
Estamos concentrando recursos en quienes sí podrían costear esa educación.
Pero en el Gobierno anterior también se habló de eso.
¿Cuál sería el cambio?
Está bien premiar la excelencia.
Pero relanzaremos un Programa de beca y crédito.
Será un mix.
A quien tenga capacidad de pagar le ofrecemos un porcentaje de la beca.
Incorporaremos un formulario de condiciones socioeconómicas.
¿Qué tanto avanzaron en la nueva concepción de institutos?
Bastante.
En la malla se trabaja sobre la pertinencia, habrá un concepto de carrera técnica y tecnológica de tercer nivel, con titulación de educación superior.
Y la opción de que sigan estudiando: un tecnólogo puede optar luego por una ingeniería.
Esperamos que el Consejo de Educación Superior apruebe las nuevas carreras.
¿Abrirán nuevos?
Ahora hay 138 institutos, no cerraremos ninguno.
Los reconvertiremos en 40, con una oferta pensada en el territorio.
Muchos son un ‘banner’: en Guayaquil, en una misma planta funcionan tres.