Antes de fichar por el West Ham, la imagen que el delantero ecuatoriano Enner Valencia tenía del club londinense provenía de una película que exaltaba a los hooligans.
El drama de 2005 “Green Street”, en el que el actor Elijah Wood interpreta a un exestudiante de Harvard que se convierte en un pendenciero fanático del West Ham, muestra la peor faceta del bajo mundo del fútbol. Es una imagen que el fútbol inglés ha tratado de superar, en particular el West Ham, en momentos en que se prepara para mudarse al Estadio Olímpico.
“Creía que iba a vivir algo así”, dijo Valencia, quién se unió al West Ham en julio. “Pero me dijeron que eso cambió, que es tiempo pasado”.
Las garantías del club aliviaron cualquier preocupación del artillero de 25 años, que temía llegar a un ambiente futbolístico tan hostil como el de la liga ecuatoriana.
“En Sudamérica pierdes un partido y no puedes salir”, dijo Valencia. “Una vez, con Emelec en Ecuador, perdimos un clásico y no podíamos salir del estadio”.
De hecho, el debut de Valencia tras llegar al West Ham desde el Pachuca de México, donde fue goleador de la liga, fue una derrota en un clásico ante otro club londinense, el Tottenham, el mes pasado.
“Acá pierdes un partido y te aplauden”, señaló. “Es una cosa impresionante”.
El ecuatoriano, que llegó a la liga Premier tras la grata impresión que dejó en la Copa del Mundo al anotar tres goles en tres partidos con su selección, ha marcado un tanto luego de sus primeros cinco juegos con el West Ham —en un empate 2-2 contra el Hull.
“Muy contento, emocionado, tratando de disfrutar este lindo deportes que es el fútbol, en la mejor liga del mundo”, aseguró.
Y lo ha disfrutado, especialmente cuando fue parte del equipo que derrotó 3-1 al Liverpool en Upton Park el pasado fin de semana. El oponente del próximo sábado es Manchester United en Old Trafford, que ha conseguido sumar apenas una victoria en sus primeros cinco encuentros.
“Era lo que venía buscar en Inglaterra, ganarle a los grandes. Esperemos que no sea la excepción. Eso es lo que vuelve interesante a la liga. Aquí, cualquiera le puede ganar a cualquiera”.
Es un largo trayecto desde su modesta infancia en la población ecuatoriana de San Lorenzo.
“Vengo de una familia muy humilde en Ecuador. Para comprar un par de zapatos, tenía que ir a la finca con mi papá a ayudarle a ordeñar las vacas”, recordó.
“Todo esto está siendo un sueño”, reflexionó en un lujoso centro comercial junto al lugar donde el West Ham ya está vendiendo paquetes para el Estadio Olímpico. “La Premier solo tenía que verla por televisión y ahora disfruto de estar acá”.