En San Antonio de las Aradas, alrededor de 100 comuneros continuaban ayer con su trabajo de apagar los focos de incendio que se avivan a cada momento por el viento, sin obtener resultados satisfactorios. Esto se dio hasta altas horas de la noche del lunes, según comentaron los propios moradores del lugar.

Indicaron que en la parte alta de los cerros se ha perdido gran cantidad de ganado. «Se han perdido gallinas, cuyes, chancheras, ya se ha visto que el ganado ha estado caminando y se han encontrado algunos muertos. El sector de Limón alto fue arrasado por el fuego».

El incendio ha sido controlado, sin embargo, existen focos que se reavivan con el fuerte viento que se da en el lugar. El Cuerpo de Bomberos, la Policía y las Fuerzas Armadas se encuentran también colaborando en la lucha contra el fuego, y se espera la colaboración de la ciudadanía con la donación de productos no perecibles, ropa, vituallas, mascarillas y botellas de agua para los damnificados.

Según el alcalde de Quilanga, Freddy Cueva, más de 1.300 hectáreas se han quemado en su cantón. «Se han quemado cafetales, animales y productos agrícolas. El apoyo de la comunidad ha sido muy importante; ellos, por la preocupación que se quemaba todo, han colaborado y han ayudado a apagar los incendios», dijo la autoridad.

Instituciones como la Prefectura y algunos concejales de Loja han coordinado con la empresa privada la donación de agua y mascarillas, que está siendo recogida en varios puntos para llevarlas a la zona de peligro y afectación.

«Estamos coordinando también con las autoridades de la provincia de El Oro para la recolección de alimento para animales», dijo la viceprefecta María José Coronel.

Las autoridades coinciden en que es muy difícil evacuar a los moradores porque ellos quieren permanecer en sus casas. Hay gente que ha perdido su fuente de ingreso y sustento, y para ellos se pide la ayuda humanitaria.

«Es muy triste ver lo que está pasando allá, realmente duele el alma y se agradece a los quilanguenses residentes en Loja. El objetivo nuestro es llegar al sitio donde realmente están necesitando ayuda las personas», aseguró Rocío González, presidenta de la Asociación de quilanguenses residentes en Loja.(I)