En que año auto eléctrico costará lo mismo combustión. No es un secreto que muchas personas desean comprarse un auto eléctrico pero que su costo no está dentro de sus capacidades económicas. Uno de los principales causantes de esta situación es el precio de la batería. Expertos indican que en los próximos años viviremos una verdadera revolución tecnológica para abaratar esta fuente de energía y el costo total de un coche eléctrico. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.

Los costos de las baterías están relacionados con la capacidad instalada para producirlas y su respectiva demanda. La capacidad anual de baterías fue de 806 GWh en el 2021 y se prevé que aumente a 4,151 GWh hasta el 2030. Este aumento responde a la demanda de baterías por los autos eléctricos. Mientras que los fabricantes de coches requerían en el 2020 una capacidad total de 141 GWh, esta cifra subió a 297 GWh en el 2021.

La buena noticia es que esta tendencia ha impactado fuertemente en los precios de las baterías. El historial de costo de los últimos 11 años muestra una reducción total del 89% por kWh. En el 2020 el kWh tenía un valor de 1,220 USD, en el 2021 este mismo kWh tiene ya un precio de 132 USD. La introducción de nuevas cedulas y diseños innovadores de paquetes de baterías, también fueron claves en la reducción de precio.

El 2022 en cambio ha sido un año muy desafiante para los fabricantes para seguir con esta tendencia hacia abajo.

La inflación, la guerra en Ucrania y los confinamientos en China a inicio de este año han incrementado los costos de las materias primas de las baterías, motivo por el que el precio del kWh terminará en 135 USD a finales del 2022.

La meta de los fabricantes es llegar a los 100 USD / kWh hasta el 2024, un objetivo muy ambicioso bajo las circunstancias globales actuales. Por este motivo, las marcas automotrices apuestan a los componentes químicos de menor costo y buena densidad energética, como, LFP (Litio-Ferrofosfato) y NCM (Níquel-Cobalto-Manganeso).

Una vez que el efecto inflacionario y los estragos logísticos causados por la pandemia hayan sido superados se espera que el precio del kWh se estabilice e inicie nuevamente con su baja en el 2023. El aumento de producción, la aplicación de nuevos materiales, una mejor densidad energética y mejores diseños de paquetes de baterías con plataformas innovadoras llevarán el precio del kWh a 59 USD en el 2030. Se espera incluso que el kWh llegue a costar 45 USD en el 2035.

Empresas como Tesla, VW, GM y el Grupo Stellantis (Peugeot, Citroën, Opel, DS y Vauxhall) anunciaron públicamente que su objetivo es bajar los costos de baterías entre 40% y 50% hasta el 2026.

La creciente demanda por los autos eléctricos, que es empujada principalmente por las políticas públicas en China, Europa y EE.UU., es clave para la reducción de costos las baterías, por lo que se espera que la diferencia de precio entre un eléctrico y uno a combustión será mínima a partir del 2025.