Concejala Mónica Sandoval cree que las decisiones apresuradas provocaron la situación grave que vive Quito, por la pandemia
En Pichincha, entre ayer y hoy, aumentaron 128 casos positivos de contagio con la enfermedad. Solo en Quito, 110 más, en 24 horas.
Punto Noticias. Los mensajes que emite el Gobierno Nacional, a través de sus voceros, sobre la situación de la pandemia en Pichincha y Quito son contradictorios y desorientan a la ciudadanía.
Como cuando el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, reconoce que no hay que ocultar que en la capital se incrementó el número de contagios, que disparó la necesidad de atención en los hospitales, pero al mismo tiempo señala que no hay que preocuparse porque está controlado.
O cuando admite que puede producirse un rebrote de los contagios, pero sostiene que el aumento de infectados no tiene que ver con el cambio de color a amarillo del semáforo, por lo que si él fuera alcalde no retornaría al rojo, ante lo complicado de la situación, como describió Jorge Yunda.
La concejala Mónica Sandoval, de la bancada de Compromiso Social, califica como grave la situación de Quito, debido al aumento de los casos positivos de coronavirus, que pone al filo del colapso el sistema de salud, que al momento está abarrotado.
Sandoval asegura que, al momento, ya no hay espacio en las unidades de cuidado intensivo (UCI) en las casas de salud, para atender a los pacientes que se encuentran en estado grave, lo que le lleva a pensar que el sistema sanitario ya no está en condiciones para enfrentar la pandemia.
La concejala comparte las críticas contra el Gobierno Nacional, porque, en los tres meses de aislamiento, no fue capaz de fortalecer el sistema de salud, para enfrentar en mejores condiciones lo que se sabía se venía: la propagación de los contagios con la apertura de las actividades.
Lo ideal hubiera sido que el Estado dé las garantías a los ciudadanos de que si se enferman, al dejar el confinamiento, el sistema sanitario público garantice una atención adecuada para recuperarse, porque el porcentaje de recuperación es alto, cuando se recibe atención médica apropiada, reflexionó.
Cree que estamos condenados a morir en casa, debido a que el sistema sanitario no garantiza la atención necesaria.
Responsabilizó al Gobierno central de la situación que viven los ecuatorianos y particularmente los quiteños, porque la competencia de salud la tiene el Ejecutivo, no los gobiernos municipales, a los cuales ni siquiera se les otorgaron atribuciones para controlar el tránsito de vehículos, en el marco del estado de excepción, reclamó Sandoval.
Está convencida de que el estado de situación que vive Quito y Pichincha se debe a las decisiones apresuradas, como la de cambiar el color del semáforo, porque considera que antes se debió, por ejemplo, planificar la ciudad, ubicar dónde estaban los contagios para cercar a la enfermedad y evitar que se desborden los infectados.