En la noche del lunes se llevó a cabo un hecho aberrante en el ascenso de Brasil. Por la Serie A2 del Campeonato Gaúcho, el Guaraní de Venancio Aires derrotaba 1-0 como local a Sport Club Sao Paulo, cuando a los 15 minutos del segundo tiempo, William Ribero enloqueció con el árbitro y lo mandó al hospital.

Rodrigo Crivellaro, encargado de impartir justicia, le mostró la tarjeta amarilla al futbolista del elenco visitante, que reaccionó de la peor manera: lo derribó y luego le pegó una fortísima patada en la cabeza, dejándolo inconsciente. La ambulancia se tuvo que llevar al juez al hospital y el partido quedó suspendido. William Ribero se fue del estadio detenido por la policía.

«El partido está suspendido. Ningún campeonato vale la vida. Reitero nuestro deseo de mejora al árbitro Rodrigo Crivellaro. Nada justifica una agresión», escribió el club en sus redes sociales. Por otro lado, la Federación Gaúcha de Fútbol escribió un mensaje en su cuenta de Twitter donde manifiesta su lamento por la agresión al árbitro y asegura que el Tribunal de Justicia Deportiva determinará las sanciones.

Fuente: futbolecuador.com

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