World Vision estima que a los 1.000 millones de niños y niñas que ya están expuestos a diversas formas de violencia, pueden añadirse 85 millones más, incluyendo millones de niños expuestos a mayor riesgo de trabajo y matrimonio infantil por el deterioro económico en el mundo.

La Organización hace un llamado a los líderes globales y nacionales a priorizar la protección de la niñez.

“Sabemos de experiencias amargas que devienen de una crisis y que potencian los riesgos de violencia contra la niñez. La epidemia del Ébola lo demostró(…). Conforme el coronavirus avanza, millones de personas se refugian en sus casas (…). Desafortunadamente, el hogar no es un lugar seguro para todos, pues muchos miembros de la familia deben compartir ese espacio con la persona que abusa de ellos. Las escuelas, los centros comunitarios no pueden proteger a los niños y niñas como solían hacerlo, en esta circunstancia. Como resultado, nuestro reporte muestra un alarmante incremento de casos de abuso infantil a partir de las medidas de confinamiento.», señaló Andrew Morley, presidente de la junta de World Vision Internacional.

Dana Buzducea, Líder Global de Advocacy de World Vision, agregó que los impactos secundarios de una crisis se magnifican en los años inmediatamente posteriores y, potencialmente, se verán cuatro millones de niñas casadas en los próximos dos años”.

Esta ONG internacional trabaja en proyectos de prevención de este tipo de situaciones y prevé destinar $350 millones con este fin, durante la emergencia por la pandemia. En Latinoamérica, ha realizado campañas de capacitación preventivas para contrarrestar el COVID-19 y de acceso a nutrición, salud y medidas de saneamiento para población vulnerable.