En el barrio Milagro de Pastocalle están con los nervios de punta
En el barrio Milagros, esperan eso…un milagro para lograr capturar a la especie que ha matado al menos 50 animales entre llamingos, terneros, borregos, cerdos y caballos.
En este sector de la parroquiaPastocalle de Latacunga, provincia de Cotopaxi, hace ochos meses no saben lo que es tener calma: en agosto se agudizaron los ataques de un extraño ser que destroza a sus animales domésticos.
“Se les come los intestinos, parte de la cola, espalda y los deja sin sangre”, describe con tono de preocupación Luis Franklin Aynuca. A él le tocó enterrar a tres de terneros hallados muertos en el páramo.
Franklin comentó que antes dejaban, en especial a las vacas y sus terneros, en el páramo por el pasto fresco y en abundancia que se da ahí, pero desde el mes pasado tuvieron que bajarlos hasta los terrenos en el centro del poblado por el temor a perder todos sus animales.
La comunidad se ubica en el noroccidente de la Reserva Los Illinizas y presumen que los ataques ocurren en la madrugada, entre las 01:00 a 04:00.
Temen por las personas
Norma es otra de las afectadas. Dice que uno de sus terneros se salvó porque en el cogote le quedaron las huellas del ataque. “Cada muerte es una pérdida considerable para nosotros. Un ternero puede costar hasta 400 dólares, yo he perdido tres y eso significa $ 1.200 menos; otra vecina ha perdido como $ 2.000 en sus animales”, detalló la mujer.
Las más de 300 personas del barrio Milagros aún no saben a ciencia cierta qué los está dejando sin sustento. Se aventuran a decir que pueden ser dos pumas, osos y hasta creen que se trate del ‘chupacabras’.
Eso sí, descartan que sean perros salvajes, tal como menciona Daniela Culqui, directora del Ministerio del Ambiente de Cotopaxi: “Es un tema de fauna urbana que se convirtió en problema para los habitantes y vamos a ayudar a solucionarlo”, expresó Culqui.
Rosa Torres también ha sido afectada por este mal. Solo ella ha perdido siete terneros. Mientras otro de los vecinos compró 15 llamingos y todos murieron destrozados en el páramo. “No pueden ser perros salvajes porque nosotros hemos observado las pisadas en el páramo y no coinciden con los perros”, insiste Norma.
Los vecinos mencionan que antes tenían a los animales en el páramo, pero hace quince días los han bajado al centro poblado y ahora la preocupación es doble porque hace una semana se reportó un ataque a un cerdo.
“Tenemos miedo que por seguir a los animales hasta la comunidad, puedan atacar a alguna persona”, mencionó Norma.
Colocarán cámaras
Por la preocupación, los habitantes denunciaron en la Gobernación para que les ayuden a lograr encontrar al animal. Mientras tanto, se turnan para las rondas en los alrededores.
La semana anterior acudieron seis representantes del Ministerio del Ambiente (MAE), Agrocalidad y la Policía Nacional y se comprometieron con el barrio a colocar cámaras y también la trampa-jaula en los próximos días.
La siguiente acción de los habitantes es una reunión el martes 4 de septiembre en la Casa Barrial para ejecutar otras acciones y lograr la captura de lo que ahora es el fantasma que devora a los animales.