Minigotes, opción ante la prohibición de quema de años viejos en Ecuador

En 1842, cuando la fiebre amarilla llegó a Guayaquil, la ciudadanía ataba la ropa de quienes fallecían de esta enfermedad y la incineraba en la calle, según las crónicas de Modesto Chávez Franco. Para fines del siglo 19, ya se quemaban monigotes y se usaban máscaras para despedir el año.

En 2020, el Gobierno Nacional prohibió la quema de monigotes en espacios públicos, para evitar aglomeraciones y reducir el riesgo de contagio de coronavirus. La pandemia frenó este ritual, considerado tradicional, en el que se quema muñecos de diferentes personajes, acompañados por petardos.

Gremios médicos habían pedido justamente que se prohíba la quema de los denominados años viejos, porque el nivel de contaminación que se genera en los minutos finales del año, afectaría sobre todo a quienes tienen covid o problemas respiratorios. Sin mencionar que también genera molestias en las mascotas y aporta al cambio climático.

Ante este escenario, surge una alternativa que tiene siete años en el mercado ecuatoriano, los denominados minigotes. Estos muñecos de fabricación totalmente artesanal, representan una opción que no contamina ni genera gases o desechos tóxicos al quemarse.

«Es una alternativa diferente, más práctica, sustentable, con esta visión hacia el futuro. Con esta propuesta, completamente irruptiva, tuvimos gran acogida, era una alternativa más, pero en este último año se vuelve la alternativa», mencionó Paúl Méndez, de Minigotes, a EL UNIVERSO.

Describió al pequeño muñeco, de 20 centímetros, como seguro, porque está diseñado para ser quemado en interiores. No requiere gasolina ni otro combustible, sino que se lo enciende junto a hojas de eucalipto y los denominados polvos mágicos o sahumerios que vienen en el empaque (que también sirve para elaborar la lista de deseos) y que perfuman la casa o el lugar donde se lo incinere. Además, trae un interior para el minigote.

«Lo puedes quemar en tu cocina, en tu cuarto, si estás en un cuarto de hotel, en una oficina. No genera residuos tóxicos, no emana gases nocivos. El 95 % del minigote está hecho con materiales reciclados y reciclables. Es de bajo impacto ambiental, sustentable con el medioambiente. Es la oportunidad para vivir la tradición, de una manera pospandemia, completamente nueva normalidad», comentó.

Los minigotes se han vendido a 10 dólares en Supermaxi, Megamaxi y Fybeca. Pero en este año, por la pandemia, han crecido las ventas directas con entrega a domicilio en todo el país. Méndez dijo que en esta semana se vendió 15 % más que en el mismo periodo del año pasado.

Debido a la alta demanda, Minigotes tiene solo ciertos modelos de los que tradicionalmente venden. En el caso de políticos, los del alcalde de Quito, Jorge Yunda, y los del ciclista Richard Carapaz. Además, están los que representan amor, suerte, fortuna, salud y trabajo. También posee la opción de adquirir uno con careta neutra, para que lo decore a su gusto.

«Estamos impulsando el tema de la salud y el trabajo porque creemos que es algo que, en este 2020, nos ha sido muy recortado para todos, mucha gente se quedó sin un familiar o perdió el trabajo. Entonces, en este 2021, teniendo este minigote, esperamos que realmente la gente consiga su trabajo, lo mantenga o pase a uno mejor. Y la salud, sobre todo. Sin salud no hay nada», concluyó. (I)