En el caso de Marlon(nombreficticio), hablar de su paternidad solitaria resulta muy complicado. El abandono de su esposa no es algo que quiera recordar, pero ante todo resalta que el amor por su hija supera cualquier cosa.

El hombre de 46 años recuerda que quedó a cargo de su bebé –que hoy es casi una adolescente– hace once años. Lo más difícil para él también estuvo ligado con el tiempo y la organización, aunque reconoce que su madre y su hermana lo ayudaron.

“Tenía miedo en hacer algo mal porque ella era muy chiquita”, recordó con sinceridad. El tiempo transcurrió y de cambiar pañales, pasó a aprender a hacer trenzas y ahora es un experto.

En su rutina diario Marlon va de la oficina a su casa, maneja un horario estable y trata de dedicar los fines de semana a su hija de once años.

“Está tan grande, no quiero pensar que un día tendrá novio”, dijo entre risas.

Para él volver a formalizar una relación no es un paso sencillo, y reconoce que a pesar de tener una pareja prefiere esperar, criterio que comparte Álex, quién dice estar enfocado en sus hijos y su trabajo.

Una guía para los super poderes

Aunque la paternidad no tiene leyes, Unicef señala varios puntos que caracterizan a un super padre:

– Ser un padre activo y cuidar de tu hija o hijo, en especial en los primeros cinco años del niño.

– Vincularte en su vida estudiantil.

– Encontrando un equilibrio entre paternidad y trabajo.

– Aunque no vivas con tu hijo/a, igualmente puedes ser un padre activo y eso impactará positivamente en su desarrollo.

– Ser padre es más que proveer.