El próximo 21 de diciembre, el planeta disfrutará de un evento astronómico que no se había vivido de tan cerca desde 1623. Esta es una de las explicaciones que ha dado la astronomía sobre la aparición de la ‘Estrella de Belén’, que realmente no sería una estrella.

El Observatorio Astronómico de Quito brindó una charla el pasado jueves sobre las diversas explicaciones a la Estrella de Belén donde se mencionó que de todas las opciones, y por ser de larga duración y de gran cantidad de brillo, las novas y cometas pueden dar la razón de la aparición de una luz como lo describe la Biblia.

Sobre el hecho que se suscitará el 21 de diciembre, señaló que los astros pasarán a 6,1 minutos de arco entre sí y el máximo acercamiento se dará a las 13:27 siendo visible desde Quito entre las 19:00 hasta las 20:24.

«La conjunción de los planetas sucede porque que los dos planetas se mueven gradualmente a través de las constelaciones a diferentes velocidades, siguen casi el mismo camino a través del cielo, llamado eclíptica. Periódicamente, Júpiter alcanza a Saturno y lo supera, lo que resulta en una gran conjunción», señaló la entidad.

Podrá ser visto a simple vista o mediante un par de binoculares.

Se sugiere estar en un lugar despejado sin luz artificial o sin obstáculos para su observación. También a partir del atardecer dirigir su mirada al occidente, por donde se oculta el sol y podrán observar los dos puntos brillantes. (I)